Miles de cabezas de ganado, en riesgo
"No tenemos la cantidad suficiente de barcazas para sacar la hacienda", dijo un productor de Santa Fe. Las zonas más afectadas podrÃan ser la capital de esta provincia y las islas (desde San Javier hasta la ciudad).
Frente a la repentina crecida del Río Paraná se teme por la mortandad de miles de cabezas de ganado que no podrán ser retiradas y la escasez de medios (barcazas debidamente acondicionadas para el transporte de animales).
"Unas 20.000 cabezas de ganado fueron retiradas en una semana desde la zona de islas a través del camino a Puerto Ocampo y del puente flotante ubicado en el Paraná Miní (cerca de Villa Ocampo) para salvarlas de la inundación del río Paraná", expresó la Comisión Pro Puerto Ocampo, que reclamó a los gobiernos nacional y provincial "que concreten las obras (puentes y alcantarillas) que se solicitan desde hace una década para tener un acceso permanente y seguro a Puerto Ocampo y la zona de islas, altamente productiva y carente de infraestructura vial".
En Reconquista, el río trepó hoy a 4,50 metros (0,09 metros más que ayer). Las islas frente al puerto están siendo cubiertas por las aguas que amenazan la zona baja de la estación fluvial, donde hay un centenar de familias habitando casas precarias. Desde ayer está interrumpido el acceso al paraje El Correntosito, por desborde del río San Jerónimo, afluente del Paraná.
Consultado sobre esta situación, Hugo Cometto, productor ganadero, criador de animales en las islas, aportó al diario La Nación un dato que refleja la magnitud que podría alcanzar la riada: "La situación en las islas es compleja porque no tenemos la cantidad suficiente de barcazas para sacar la hacienda. Nosotros estimamos que mucha hacienda va a quedar en las islas. Estimamos que entre Reconquista y Rosario debe haber 700 mil cabezas de hacienda en las islas".
La cuestión no pasa sólo por retirar animales, sino hacia dónde trasladar esa hacienda, ya que no hay potreros disponibles y en alquiler en la zona centro-norte de la provincia, y reubicar ese número de cabezas significa un alto costo que quizá no justifique el precio que tiene hoy el kilo en pie.