¿Como manejar el fósforo y la materia orgánica del suelo?
La materia orgánica del suelo es una de las propiedades del suelo más importantes que afecta a muchos procesos y servicios de los ecosistémas.
El Dr. Barbagelata del INTA Paraná disertó sobre en el manejo del fósforo en suelos de regiones templadas. Así, enfatizó sobre la utilización del fósforo en Argentina, qué es lo que se estuvo realizando, el uso del análisis de suelo como herramienta fundamental para determinar la necesidad de fertilizar o no los cultivos y las dosis adecuadas. También se discutieron qué otros aspectos se necesitan considerar para determinar las dosis de fósforo en base a ecuaciones establecidas, curvas de respuestas y a la concentración de fósforo en los granos cosechados para estimar mejor los balances del nutriente.
Asimismo, aclaró acerca de las ventajas y desventajas de la aplicación al voleo en lugar de la aplicación en la línea, que era lo recomendado históricamente, pero que a través de distintos experimentos “hemos llegado a iguales resultados mediante aplicaciones al voleo, lo que facilitaría mucho el manejo de la fertilización fosfatada”. Además, comentó los resultados de investigaciones comparando fuentes de fósforo, que indican que no se observaron diferencias entre las distintas fuentes del mercado siempre que sean solubles, similar respuesta a las obtenidas en otros lugares del mundo, incluso probándolo en suelos calcáreos de la provincia de Entre Ríos.
Por su parte, los Drs. Luis Prochnow (Brasil) y Dante Pinochet (Chile), compartieron sus conocimientos en el manejo de fósforo en otras regiones contrastantes de Lationomérica.
En otra de las conferencias que tuvieron lugar durante la jornada del jueves, el Dr. Six explicó que “la materia orgánica del suelo (MOS) es una de las propiedades del suelo más importantes que afecta a muchos procesos y servicios de los ecosistémas”. El manejo integrado de la fertilidad reconoce los beneficios potenciales del uso combinado de los residuos orgánicos y los fertilizantes minerales en la acumulación de materia orgánica del suelo y la disponibilidad de nutrientes minerales, como nitrógeno, para los cultivos. No obstante, en este punto es importante considerar que los beneficios son controlados por la calidad de residuo.
La adición de residuos de calidad y fertilizantes alteran a corto plazo la mineralización de carbono y nitrógeno. Así, la combinación de los residuos de baja calidad y el uso de fertilizantes, inmoviliza una mayor cantidad de fertilizante nitrogenado que el residuo de alta calidad. Esta reducción de disponibilidad de nitrógeno reduce las pérdidas del nutriente hacia el ambiente, y a su vez, crea un efecto positivo sobre la absorción del nutriente por el cultivo. Por otro lado, independientemente de la calidad, el agregado de residuo contribuye a la mejora a largo plazo de la fertilidad del suelo, sostiene el especialista.
“En conclusión, la calidad de residuo orgánico se puede manipular para optimizar, a corto plazo, la dinámica de nutrientes y al mismo tiempo otorgar beneficios, a largo plazo, sobre la materia orgánica del suelo”, aclaró Six.