Ruralismo se alinea a Moyano y respalda la medida de fuerza
El presidente de la FAA, comparó la medida de fuerza de los camioneros con la 125, la protesta que enfrentó el titular de la CGT cuando era aliado del gobierno. También desde Carbap respaldaron los reclamos de los sindicalistas y responsabilizaron al Estado.
“Los hombres no tienen ni amigos ni enemigos permanentes, sino intereses permanentes” decía Juan Domingo Perón al ruralismo reunido en la Comisión de Políticas Concertadas, hacia octubre de 1973, a pocos días de haber asumido su tercera presidencia.
Con Perón se puede estar o no de acuerdo, lo que nadie puede negar es la cintura y el conocimiento que tenía de la política. La frase bien podría ilustrarse hoy con la cambiante relación entre el Secretario General de la CGT, Hugo Moyano, y el ruralismo, así como entre el primero y el gobierno de Cristina Fernández Kirchner, en especial tras la muerte de su esposo.
Enemigos ayer, amigos hoy, y lo inverso -según el nombre que se ponga delante- es lo que se registra desde el año 2008 a la fecha entre las personalidades que copan el escenario de la política argentina actual.
La medida de fuerza decretada por el gremio de los camioneros recibió este jueves el respaldo explícito de la Federación Agraria Argentina (FAA) desde lo más elevado de su conducción, en “solidaridad” con los reclamos salariales y no salariales que demanda el gremio que conduce Moyano.
“Hay señales de un estancamiento económico, que podría agravarse con el techo salarial que pretende imponer el gobierno. Esto genera un fuerte deterioro del mercado interno”, dijo este jueves Eduardo Buzzi reavivando la “luz de alerta” que viene subrayando desde hace meses.
Lo curioso es que hasta hace muy poco Moyano se describía como una especie de monstruo todopoderoso, tanto desde el empresariado en general como para la FAA, como para los aliados de Buzzi de la CTA opositora, quienes condenaban el veto de la CGT dentro del gobierno para que se les otorgue la personería jurídica que jamás llegó.
Ahora dicen estar todos del mismo lado. Se le suman desde el ruralismo Carbap y la SRA, ya sea de manera explícita o elíptica encendiendo más “luces de alerta”. Ayer no más, la entidad que conduce Alberto Frola volvió a machacar con la “voracidad fiscal” del gobierno, como consecuencia de su propia ineficiencia.
Se habla -a no dudarlo- del mismo Hugo Moyano que se jactó públicamente de haber puesto el cuerpo contra las corporaciones agropecuarias en 2008.
Ese antecedente insoslayable hace que resulte más desorbitante la comparación del paro de camioneros con el conflicto por las retenciones móviles. Buzzi criticó que desde el gobierno se hablara de “extorsión” del gremio moyanista por el desabastecimiento de combustible en que derivó.
“En 2008 nos decían lo mismo a miles de productores que nos oponíamos a la confiscación autoritaria que significaba la 125”, dijo Buzzi. Uno de los que lo decía era Hugo Moyano.
“Acá, la única extorsión es la de abrir una denuncia penal a los dirigentes de un sindicato, por oponerse al modelo económico de concentración que se pretende seguir imponiendo”, remarcó Buzzi para reforzar la idea de qué cosas unen al ruralismo con la protesta camionera.
Para justificar la incongruencia de las posiciones de ayer y de hoy (y en esto también le cabe el sayo al kirchnerismo) se menciona el eufemismo de “cambio de contexto”.
Ese “cambio de escenario” es que Moyano se convirtió en adversario del gobierno. En palabras de Perón paso de ser “amigo” circunstancial a “enemigo” circunstancial, a la vez que el camionero modificó inversamente su relación con el ruralismo. Es decir que han unido los “intereses permanentes”.
El Enfiteuta