Inquietud en la UIA por las exportaciones y la economía
Jorge Zorreguieta se tomó su tiempo para exponer, con números, lo que viene atormentando a varios de sus pares.
Dijo que, desde que se publicó la resolución que fijó en 30 días el plazo para liquidar las divisas de exportaciones, sólo se habían solucionado 15 posiciones arancelarias de siete empresas. Es decir, pese a los insistentes ruegos al Gobierno, sigue siendo extremadamente complicado exportar.
El azucarero es el encargado del Departamento de Comercio Exterior de la Unión Industrial Argentina (UIA). Que ayer, en su habitual reunión de los martes, expuso estas inquietudes casi a modo de catarsis. Zorreguieta recordó entonces el fracaso de las cartas que la entidad le había enviado sobre la cuestión al ministro de Economía, Hernán Lorenzino. No hubo éxito, salvo para algunos casos. Entre ellos, Bedson, el laboratorio veterinario que llegó a parar durante 50 días por ese tema y agradecía ayer, desde fuera del encuentro en la sede fabril, la intercesión del ministro: podrá liquidar en 180 días.
Pero poco o nada más. Ya Beatriz Paglieri, la secretaria de Comercio Exterior, había desalentado a varios industriales semanas atrás, durante un seminario, cuando les dijo que no habría flexibilización en los tiempos para liquidar. Tal vez por eso fue Guillermo Padilla, representante de la Cámara Argentina de Destiladores Licoristas y uno de los organizadores de aquel foro, quien resumió ayer el estado de ánimo por esa negociación estancada: "Esos plazos, en lugar de alentar la exportación, la desalientan". El abordaje de la cuestión se cerró con otra cifra de Zorreguieta: el Estado debe US$ 300 millones en reintegros a las exportaciones.
José Urtubey, designado
Ausente José Ignacio de Mendiguren, que estaba en Ginebra en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la reunión fue presida por Federico Nicholson, director de Ledesma. Fue corta, porque muchos de los asistentes tenían que ir al acto de lanzamiento de créditos para la vivienda en la Casa Rosada.
Alcanzó, de todos modos, para erigir a José Urtubey, de la Unión de Salta, como presidente de la próxima conferencia industrial, por desarrollarse a fines de año. Y para analizar números que exhiben un enfriamiento de la economía. Ya lo había advertido por la mañana desde Suiza Mendiguren en conversación con radio La Red: "Estamos con una caída del nivel de actividad. Lo venimos registrando desde el último trimestre del año pasado. Esperemos que de acá a fin de año no se siga incrementando".
Diego Coatz, economista de la UIA, recorrió el informe dado a conocer el viernes, que muestra bajas en sectores decisivos como el automotor (-20%). Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat, describió después esas penurias. Atribuyó la caída en la competitividad a un combinado de factores: el dólar oficial a $ 4,45, la devaluación brasileña y la inflación argentina.
Rattazzi fue extremadamente explícito. Tanto, que José Luis Basso, el fabricante de válvulas que lo seguía en el uso de la palabra, dejó pasar el micrófono porque, dijo, no tenía nada que agregar. Sólo Alberto Álvarez Saavedra, del laboratorio Gador, giró sobre lo mismo antes de retirarse: los visitadores médicos piden en las paritarias más del 30% y eso termina de complicar todo.
La Nación