El temor por el impuestazo rural paralizó la venta de campos
Sin previsibilidad sobre cuál será la renta final del negocio si sube el Inmobiliario Rural y otros impuestos, los inversores se retraen y no hay operaciones
Desde hace poco más de un mes, varias provincias analizan elevar la valuación fiscal de los campos, medida que tendrá como consecuencia directa el aumento del Impuesto Inmobiliario Rural, además de otros impuestos como Bienes Personales. Esto generó una imprevisibilidad en el mercado inmobiliario que frenó las operaciones de venta, según explicó Roberto Frenkel Santillán, presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales.
"Apenas empezó a haber conflictos, el mercado se paró porque es un negocio inversor, es decir, que busca una rentabilidad que hoy no se puede estimar", reflexionó.
Tras el conflicto suscitado en Entre Ríos y el actual, en Buenos Aires, donde productores rurales protestaron por la intención de aumentar los impuestos en medio de un año de malas cosechas, las medidas parecen haberse suspendido, pero es sabido que otras grandes provincias productoras, como Córdoba y Santa Fe, analizan na suba similar para nutrir sus comprometidas cajas provinciales. A esta altura, se habla de aumentos cercanos al 300% en el Inmobiliario Rural, que se suman al alza de los demás impuestos.
"Con el revalúo, hay campos que empezarán a estar gravados con un 1,5% en Bienes Personales", explicó Santillán y agregó: "es un número elevado si uno piensa que la renta del campo es de entre 3% y 4%".
Mientras el valor de la tierra se incremento alrededor del 250% en la última década, de la mano de la mayor producción por mejoras tecnológicas y, principalmente, la explosión de los precios de los commodities, los argumentos a favor y en contra de la revaluación de los terrenos tienen consistencia.
Del lado de las provincias, el retraso del valor "de libros" de los campos es considerable. Pero del otro lado, los productores argumentan que no se trata de un negocio inmobiliario, sino de uno productivo. Para Santillán, la diferencia traerá más de un coletazo, especialmente en el rubro de arrendamientos.
"Si hay una suba grande en el impuesto, vamos a tener que ver cómo se va a distribuir la renta", explicó. "Estamos ante un nuevo orden donde posiblemente la renta sea menor y muchas cosas cambien, sobretodo en materia de arrendamientos", agregó. Este problema se verá más adelante cuando se negocien los alquileres para soja.
Fuente: El Cronista