Los feedlots argentinos comenzaron el año 2020 con un nivel de ocupación cercano a niveles históricos normales luego de atravesar dos años complicados.
La trazabilidad vacuna puede convertirse en una herramienta clave para atender las exigencias de calidad de los consumidores. El sector productivo puede ser quien lidere esta evolución.
Esta situación, que no se daba desde junio pasado, obedece a la suba de 20 centavos de dólar en el país norteamericano y la baja de casi 10 centavos en el sudamericano.
Alcanzó un promedio de 51 kg/año por habitante, lo que representa 5,3 puntos menos que en 2018. En cambio, las exportaciones llegaron a un récord histórico de 831 mil toneladas.
Expertos del INTA General Villegas (Buenos Aires) detallaron los aspectos más importantes para mantener el bienestar animal bajo estrés térmico.
Las exportaciones de carne vacuna alcanzaron un récord en 2019 con los mayores envíos en los últimos 14 años, mientras que de forma simultánea el consumo interno, que representa el 75% de la demanda del producto, bajó casi 5 kilos por habitante.
Según un informe del Ministerio de Agricultura, la cría se destacó gracias al alza del 13% en el precio del ternero, dejando en positivo todos modelos, incluso los menos productivos. El ciclo completo aún tiene pendiente la suba del gordo mientras en la invernada los planteos más intensivos logran menores resultados.
Un informe del movimiento Crea prevé una reducción del “stock” de vientres. Impactaría en la oferta de carne vacuna.
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