Kicillof se quedó con el control de puertos y vías navegable
La presidente Cristina de Kirchner traspasó por decreto el control del transporte fluvial de la órbita del Ministerio de Interior de Florencio Randazzo al de EconomÃa, de Axel Kicillof.
A través del Decreto 441/2015, la mandataria modificó los artículos 17 y 20 de la Ley de Ministerios y transfirió al Palacio de Hacienda “la elaboración, aplicación y fiscalización del régimen de flotas mercante, fluvial, de cabotaje y ultramar", como así también “el diseño de la política de puertos y vías navegables".
El cambio está lejos de ser una formalidad y tiene alto impacto para los operadores del sector. En la práctica significa el triunfo del ala más “nacionalista” en el diseño de políticas fluviales. Es que el subsecretario del área, Gustavo Tetamantti, fue el autor del decreto que prohíbe el transbordo de cargas argentinas en puertos uruguayos para impulsar que se hagan en el puerto de Buenos Aires, una norma que no sólo alteró negativamente toda la logística de las terminales del interior, como la de Rosario, sino que tampoco era bien visto hacia arriba en la escala del Ministerio de Transporte pero como fue del agrado de Cristina nada pudieron hacer.
Es más, cuando el cambio se venía venir entre aquellos que siguen de cerca la política fluvial, trascendió un proyecto en el que se le daba fuerza de ley al decreto; una posibilidad ahora más cercana ya que el subsecretario no tendrá ahora que enfrentar reticencias internas del ministro de su área. Es que si bien Tetamantti viene del sector empresario (vinculado a la industria naval) y lejos está de ser un hombre de la Cámpora, sus ideas fueron del agrado de Kicillof, quien ahora lo podrá cobijar.
También es cierto que la relación de Tetamantti en Transporte no daba para más. No es que no sólo no tenía contacto con el secretario, Alejandro Ramos, y el ministro, sino que estaba abiertamente enfrentados. Y, para el folclore político, no faltan anécdotas de Ramos y Randazzo llegando y saliendo a eventos empresarios del sector pidiendo a organizadores ni cruzarse con Tetamantti o bajándolo directamente de disertaciones en paneles minutos antes de empezar a disertar.
Con el cambio, Tetamantti sale favorecido. Pero Randazzo también se saca un peso del encima. No sólo porque reduce la carga de su ministerio, en plena campaña presidencial, sino porque también se saca de encima a un funcionario que arrastraba sospechas de corrupción que en cualquier momento pueden salir a la luz pública y ensuciarle su campaña. Con todo, quedó medio desprolijo que la secretaría de Transporte quede en un ministerio y la subsecretaría de Puertos en otro, sobre todo en un ministerio que no entiende de cuestiones productivas sino financieras.
Las nuevas atribuciones de Kicillof son:
• Entender en la elaboración, aplicación y fiscalización del régimen de flotas mercante, fluvial, de cabotaje y ultramar
• Entender en la organización, dirección y fiscalización del registro de inscripción, fijación de capacidades y calificación de las empresas vinculadas a la industria naval.
• Entender en todo lo relacionado con la construcción, habilitación, administración y fiscalización de puertos y vías navegables.
• Intervenir en la elaboración y aplicación de los regímenes de trabajo portuario, marítimo y fluvial.
• Entender en la elaboración y ejecución de la política nacional de transporte fluvial y marítimo, así como en su regulación y coordinación.