El campo puso a un costado sus diferencias
La Fiesta Nacional del Trigo, que se celebró este fin de semana en Leones (Córdoba), fue escenario para que los actores de la cadena agropecuaria dejaran por un momento de lado sus diferencias y se abroquelen en contra de la polÃtica triguera del gobierno nacional.
En efecto, representantes de entidades de la producción, el comercio y los servicios firmaron el que piden "un urgente cambio de rumbo" en la política triguera y reclamaron que terminen con las trabas para su comercio.
Entre los firmantes hubo directores de Aapresid, Sociedad Rural, CRA, Coninagro, Federación Agraria, la Bolsa de Comercio de Rosario y el Centro de Corredores de Rosario, entre otras entidades cerealistas. Si bien nadie bajó sus banderas, las entidades buscaron priorizar lo que los une ante que lo que los diferencia y así sacaron –tras casi cuatro horas de deliberaciones el sábado- un duro comunicado apuntando directo a lo que estiman que es el origen de todos los males: el control de las exportaciones de trigo.
Fue así que Federación Agraria, que tanto había sido fustigada hasta por sus pares de la Mesa de Enlace por el acuerdo que logró para AFA con el trigo, siguió hablando de la necesidad de política segmentadas pero reconoció que la salida de fondo no eran acuerdos como el que firmó hace quince días sino una liberación del mercado, en sintonía con CRA y la Rural, que no recibieron con los tapones de punta a los federados. Y si bien se habló de que la política oficial produjo “notables transferencias de ingresos desde la producción hacia los sectores de la compra” (se habló de hasta u$s 40 por tonelada), no se cargó las tintas contra los exportadores (a quiénes incluso se les reconoció en las deliberaciones que el gobierno desde 2006 a esta parte también les fue sin avisar corriendo la vara y cambiándole las reglas de juego alterándoles todos sus esquemas de costo y comercio) sino que se fustigó las medidas oficiales que provocaron que eso ocurriera al borrar la competencia por el grano.
Precisamente, en el documento, los firmantes proponen que el trigo tenga "mercados abiertos, transparentes y competitivos", para lo cual solicitan la derogación de la resolución 543 de 2008, de la entonces Oficina de Control Comercial Agropecuario (Oncca), que estableció cupos para la exportación, como fue el corazón del mensaje que los Centros de Corredores empezaron a militar entre los equipos técnicos de los candidatos presidenciales. Según expresaron los firmantes del documento, la inversión y la producción de trigo podrían crecer 50 por ciento si se levantaran las restricciones. "Para ello se necesita un cambio de rumbo a través del diálogo y el consenso", dijeron.