¿Cómo impacta el flete en los costos de producción de trigo?
La tarifa del transporte de cargas es una componente importante de los costos de producción, la cual experimentó un incremento anual acumulado en 2014 de 38.39%. A diferencia del productor, el sector de transporte volcó la serie de incrementos al ajuste de su tarifa. Pero ¿Cómo impacta el flete en los costos de producción?
En los meses previos a la siembra de trigo se presentaba un escenario para el productor, donde la cotización del cereal alentaba su siembra y, por lo tanto, impulsó el incremento en la superficie sembrada en Entre Ríos (309.700 hectáreas). Hacia el mes de mayo (mes clave para la siembra) el trigo tenía una cotización entre 1.500 y 1.600 $/tonelada con posición diciembre, además contaba con un valor de $230 para el movimiento de su producción, contabilizando flete corto y largo, cabe aclarar que el valor del producto es puesto en Rosario, por ende hay que descontar al precio el valor del flete.
Con este escenario, el productor al momento de la siembra “calculó que de cada 1.000 kg cosechados en su lote debía destinar 140 kg para pagar el costo de transporte, es decir el transporte se le quedaba con el 14% del ingreso bruto. Con estos valores, cualquier productor sabia que le quedarían por hectárea 870 kg para pagar insumos, las labores y un margen de ganancia. Aunque los números no eran los más alentadores, a esos valores el productor debía cosechar entre 20 a 30 quintales de trigo, para cubrir los costos del cultivo y que le genere ingresos. El productor decidió sembrar tras considerar que saldría parejo pero se encontró con una campaña inusual: mucha superficie de trigo, un precio que cae en nuestro país posicionándose entre los 950 y 1.000 $/tonelada y con el aumento del flete”. Así explicó a Momento de Campo el Ing. Agr. Flavio Galizzi, quien analizó el impacto del costo de transporte en la cosecha de trigo de la campaña 2014/15, distinguiendo al flete corto (entrega de la mercadería del lote a un acopio) del flete largo (entrega de la mercadería del acopio a las terminales portuarias de Rosario).
Con el aumento del costo logístico en 38.39 % en 2014 y la caída del precio, el profesional calculó que “el productor por cada 1.000 kg que vende a Rosario tiene que destinar 300 kg a pagar solo flete, es decir está quitando el 30% del ingreso bruto. Con estos valores, uno se asusta al pensar que se obtendrían entre 25 y 30 quintales de trigo, pero el productor con este escenario ya debe pensar en que tendría que haber cosechado 40 o 50 quintales de trigo, algo totalmente irreal para las campañas que nos acaba de dejar”.
Según los datos del Sistema de Información de Bolsa de Cereales de Entre Ríos, el rendimiento promedio provincial de trigo en la campaña 2014/15 se ubicó en 2.480 kg/ha, experimentado una merma del 9,8% con respecto al ciclo anterior.
Para Galizzi valores normales de flete impactan entre un 10% a 15% sobre IB, con valores actuales para el trigo el flete se queda con el 30% del ingreso bruto para vender la mercadería con destino a Rosario, con lo cual se generan zonas marginales de siembra teniendo en cuenta los kilómetros de caminos a recorrer para llegar a puerto. “A mayor distancia de Rosario, logrando un determinado rinde, ya no es rentable sembrar, porque es más caro trasladar la mercadería a puerto” señaló el asesor.
En la practica, se empieza a observar que en las zonas agrícolas más cercanas a las terminales portuarias de Rosario es alto el modo en qué impacta el flete en el ingreso por hectárea. “En el caso de Diamante (distancia de 160 km aproximadamente) el impacto del flete en el ingreso por hectárea es del orden del 30%, es decir ya podemos considerarla como zona marginal. En los últimos 10 años esa frontera era de 500 hasta 700 km, incluso había productores que podían sembrar más lejos. Tal es el caso del norte entrerriano, zona que predominaba la ganadería, y en los últimos años se dio un aumento de la superficie agrícola al tener buenos precios agrícolas que permitían la siembra. Hoy nos encontramos que a menos de 200 km de Rosario los números ya son ajustados” señaló.
Al reflexionar sobre las formas de amortiguar o evitar este fuerte impacto para el productor, Galizzi sostuvo que el productor tiene que ver qué herramientas puede utilizar para que los números cierren. “Algo que el productor no hace o no visualiza es tratar de cubrirse haciendo contratos a futuro para asegurarse el precio, es decir en el caso de trigo antes de sembrar si el precio que me ofrecen para el mes de diciembre es bueno, debería tratar de asegurarme ese valor en la cantidad de toneladas que, por lo menos, me ayude a pagar los insumos y los costos de implantación”.
Como segunda alternativa, Galizzi consideró que “habiendo molinos en la zona uno podría, teniendo trigo de buena calidad, tratar de efectuar un contrato o negocio asegurando un precio, pero se debe asegurar calidad. En particular, esta campaña debido a las altas temperaturas no solo perdimos rendimiento, sino que además calidad panadera. Pero una forma de evitar el costo de flete hacia Rosario, es lograr colocar o transformar su producción localmente, aunque Entre Ríos no tiene la capacidad de absorber toda la producción de trigo para convertirla en harina”.
MAÍZ, EL EJEMPLO DE LA GRUESA
Galizzi al posar la mirada sobre la campaña de granos gruesos, en especial por maíz que está cerrando operaciones en el orden de los $ 1.000/tn, sostuvo que al igual que trigo “está impactando el costo del 30% en transporte a Rosario. Entre Ríos, por suerte, es una provincia que demanda mucho maíz, el productor debe estar atento a realizar operaciones en la provincia, ya que el maíz localmente va a valer. En el costo del maíz, con precios de fletes teníamos que destinar entre 45 a 50 quintales, mientras que al precio con el que hoy cuenta el cereal, se tendría que estar pensando entre 70 a 80 quintales de maíz. Pero, hay que ver cuantos kilos salen por hectárea, la campaña esta en marcha”.
Actualmente existen muy buenas expectativas de rendimiento para maíz de primera, el SIBER proyecta que el promedio provincial podría oscilar entre 7.500 kg/ha y 8.000 kg/ha. “Un promedio muy bueno, pero llegado el momento con buen promedio al productor no le alcanza para pagar las cuentas y también viene una cola atrás, el maíz de de segunda y tardío que al juntarse los dos maíces podría llegar a caer el precio nuevamente. Si hoy hay un buen precio y hay una demanda sostenida del maíz, seria bueno estar tratando de conseguir mercado local para venderlos como las plantas de alimento balanceado por ejemplo”.
Fuente: De la Redacción de Momento de Campo