En un mes, la soja perdió casi u$s 1000 millones de valor
Los valores internacionales de la soja siguen en picada y, de momento, parecen no tener piso. Los futuros a noviembre, de la nueva campaña, arrancaron el mes (viernes) en u$s 388,8 la tonelada.
Eso es 7,77% menos que lo que ese contrato cotizaba el 1º de julio último, o 15% desde el 26 de junio pasado, el día considerado quiebre de la tendencia en Chicago.
La abrupta caída de las cotizaciones internacionales del principal producto de exportación argentino ponen presión no solo a muchos productores que aun tienen en su poder la mitad de la cosecha que finalizó en 55,5 millones de toneladas, de acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. También, le añaden problemas a una economía golpeada por el default en la pelea con los fondos buitre, la escasez de divisas y la caída en los niveles de actividad industrial y de consumo.
Un ejercicio teórico da cuenta del impacto que tiene la retracción de los valores globales en el mercado local. A precios de Chicago, la soja que todavía está en poder de los productores o que tiene precio a fijar, unas 29 millones de toneladas, se devaluó u$s 1000 millones en el último mes.
La situación actual, con un 55% de la cosecha sin precio, es similar a la ocurrida en la campaña 2008/9 (post retenciones móviles) cuando el 53% de la cosecha estaba sin vender para esta altura del año. Además, de las 29 millones de toneladas sin precio, 3,7 millones son de mercadería que la industria y la exportación ya compró bajo la modalidad precio a fijar. Se trata del segundo volumen más bajo de mercadería pendiente de fijación de precios, para esta altura de la campaña, en los últimos 12 años. El anterior también fue en el 2008/09, con casi 3 millones, de acuerdo con un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Las bajas externas paralizan al mercado, donde solo necesidades muy puntuales hacen que los compradores convalides los precios que buscan los sojeros. Es que la punta vendedora está abastecida. Según la BCR, al 23 de julio, la exportación compró 8,55 millones de toneladas, de las cuales había embarcado 4,6 millones, y desde esa fecha al 20 de agosto tenía compromisos de venta externa por 1,1 millón. Mientras, las fábricas llevaban comprado 18,5 millones de toneladas de soja al 16 de julio, volumen que equivale a cuatro meses de procesamiento a un 75% de la capacidad instalada.