Arroceros denuncian sobreprecios en exportaciones
La Cámara de Industriales Arroceros de Entre RÃÂos hizo pública su postura sobre los cuestionados negocios de arroz sin elaborar a Venezuela, a cargo de una empresa totalmente ajena al sector, y advirtió que con un sobreprecio inexplicable de más de 200 dólares por tonelada, se benefician a unos pocos empresarios y perjudican muchos argentinos".
En un comunicado, la Cámara señaló que estos negocios, “que vienen ocurriendo y que en estos días han tenido un nuevo capítulo con una exportación de 27.500 toneladas, con un sobreprecio inexplicable de más de 200 dólares por tonelada (50 por ciento) sobre el mercado internacional (Precio FOB 606,50 dólares por tonelada), benefician a unos pocos empresarios y perjudican a muchos argentinos”.
La industria arrocera, que emplea a más de 4.000 personas en Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Chaco, Formosa y Misiones elabora en sus molinos el arroz que recibe del campo, entregando el producto listo para el consumo en Argentina; y además, exporta productos elaborados a diversos países, que valoran la calidad del arroz de nuestro país. “La exportación de arroz representa aproximadamente el 70 por ciento de la producción nacional”.
Sin embargo, “como ya comunicamos formalmente al secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, en las dos reuniones mantenidas, estos negocios de exportar materia prima con sobreprecios y sin ningún grado de elaboración, generan pingües ganancias a algunos empresarios totalmente ajenos al sector, pero están a contramano de los permanentes discursos del gobierno, que dice alentar el agregado de valor en el país, y que además generan tres graves consecuencias”.
Entre las consecuencias, los arroceros citaron el riesgo de desempleo para muchos obreros de la actividad; la pérdida de mercados de exportación de arroz elaborado, genuino y permanente; y el encarecimiento de la materia prima, que se traduce en incrementos al consumidor final. “A esto se agrega también el cuestionamiento lógico que pueda hacer algún día el país hermano de Venezuela, cuando advierta como en un momento de crisis en su país, desde aquí se los proveía de alimentos con escandalosos e injustificables sobreprecios”.
Dado que las autoridades fueron debidamente y formalmente informadas de esta operatoria y a pesar de eso, la situación no solo continuó sino que se acentuó convalidando estos espurios negocios, “la autoridad encargada de la aprobación de los ROE (Registro Ddjj de Operaciones de Exportación), decidió unilateralmente y sin justificación alguna, suspender el otorgamiento de tal documento que permita exportar arroz elaborado ya vendido y comprometido, sometiendo a la industria a un estado de iliquidez a corto plazo que la obligará a tomar drásticas medidas. La situación es de una absoluta ‘irracionalidad y falta de entendimiento del manejo de este producto’, cuyo saldo exportable es del 70 por ciento de la producción”.
La Cámara apeló a la opinión pública “para que entienda que la industria arrocera desea continuar asegurando el trabajo de su gente, seguir invirtiendo en valor agregado y llevar un producto a un precio competitivo a la mesa de los ciudadanos. Estas aspiraciones están en riesgo y generan dudas acerca de la continuidad de una economía regional y de una cadena de valor insignia de nuestra región”.