Productores del sur entrerriano sufren una grave inundación
Con el exceso de precipitaciones y la incapacidad de la tierra de absorber tanta agua, rodeos de animales son evacuados a campos altos o trasladados a feedlot.
Pasaron ya siete años de la inundación de 2007 que dejó aislados a muchos lugareños que tuvieron que vivir en condiciones de subsistencia durante semanas y las clases se interrumpieron, debido a que las escuelas rurales, quedaron literalmente bajo agua. Hoy, con el exceso de precipitaciones y la incapacidad de la tierra de absorber tanta agua, comienza nuevamente a repetirse la misma escena desde hace siete años. Rodeos de animales que son evacuados a campos altos o trasladados a feedlot para evitar que mueran ahogados, y escuelas que no podrán comenzar las clases en marzo por que ya están inundadas. Durante siete años realizaron gestiones para que se rectifique el curso del arroyo Ñancay en la desembocadura al Río Uruguay y se haga una limpieza integral. Las obras no se hicieron y la zona vive nuevamente un episodio de inundación.
Tras el año 2007, para evitar nuevamente otra inundación los vecinos de la zona y productores ganaderos promovieron varias reuniones, con el intendente de Ceibas, legisladores del departamento Islas y funcionarios de áreas especializadas como Hidráulica de la Provincia, que luego de recorrer campos de la cuenca del Ñancay se comprometieron a realizar obras de dragado y rectificación en la desembocadura del Río Uruguay para al menos mitigar futuras inundaciones.
En ese entonces se habló de crear una partida provincial para realizar la limpieza inmediata del arroyo y enviar una dragalina de Hidráulica de la Provincia, pero ésta llegó al año siguiente y para entonces no había suficiente caudal en el arroyo para que la dragalina pudiera tener calado suficiente con el fin de realizar la limpieza.
“Solo fueron palabras, promesas y compromisos sin cumplir por parte del Estado, a pesar de los aumentos impositivos que se nos siguen aplicando”, expresó un productor de la zona que prefirió no hacer público su nombre.
“En estos siete años de estudios hidráulicos que realizó la provincia, los vecinos hemos organizado y solventado una limpieza precaria de árboles y maleza en los primeros mil metros aguas abajo de la ruta 14, pero ello no es suficiente necesitamos con urgencia una limpieza y rectificación del arroyo Ñancay”, agregó.
A su vez los productores de Ñancay que tienen campos sobre la ruta 14, aseguran que el terraplén de la autopista “complicó las cosas” en cuanto al escurrimiento del agua que llega de Cuatro Hermanas y baja de Perdices, publicó El Argentino.