Crean una prueba portátil para detectar tuberculosis bovina
El siguiente paso sería su escalado y producción en masa para transferirla al mercado y así mejorar la vigilancia de esa enfermedad que provoca pérdidas millonarias en el sector ganadero y puede impactar en la salud humana.
Se desarrolló con éxito la etapa de prueba. El siguiente paso sería su escalado y producción en masa para transferirla al mercado y así mejorar la vigilancia de esa enfermedad que provoca pérdidas millonarias en el sector ganadero y puede impactar en la salud humana.
El nuevo test portátil tiene una detección rápida para la tuberculosis bovina, que afecta al ganado y provoca pérdidas millonarias.
Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) y de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), desarrollaron un test portátil y rápido para la detección de la tuberculosis bovina, una enfermedad bacteriana crónica que afecta al ganado y provoca pérdidas millonarias.
"La tecnología superó con éxito la etapa de prueba de concepto y para transferirla al mercado es esencial contar con inversores dispuestos a financiar su escalado y producción en masa", dice Patricia Molina, líder del desarrollo e investigadora del CONICET en el Instituto para el desarrollo agroindustrial y de la salud (IDAS, CONICET - UNRC). Y agrega: "Como equipo de investigación, nuestra mayor aspiración es que la tecnología desarrollada trascienda el laboratorio y se convierta en una herramienta real que beneficie a la sociedad".
En comparación con los métodos convencionales de detección de la tuberculosis bovina (ensayo de la tuberculina cutánea y ELISA), el kit en desarrollo presenta como ventajas que sería portátil, más económico, requeriría menos utilización de solventes, cuantitativo y más rápido respecto al ensayo de tuberculina, que es cualitativo, y además no se requeriría un ensayo ELISA (cuantitativo) para el caso de análisis dudosos como sí se requiere en la actualidad.
La tuberculosis bovina es causada por el microorganismo Mycobacterium bovis. Una vez instalada en un rodeo, se transmite entre los animales principalmente por vía respiratoria y también vía digestiva por el consumo de leche no pasteurizada de animales infectados. Aunque afecta principalmente al ganado bovino, puede impactar en otras especies, incluidos los animales silvestres y las personas. "Por estas razones, es fundamental contar con herramientas efectivas, económicas y de fácil aplicación que diagnostiquen de forma temprana la bacteria Mycobacterium bovis para así dar el tratamiento necesario y oportuno a los bovinos", explica Pablo Fiorito, también autor del desarrollo e investigador del CONICET en el Instituto Multidisciplinario de Investigación y Transferencia Agroalimentaria y Biotecnológica (IMITAB, CONICET-UNVM).
¿Cómo funciona el test?
La herramienta desarrollada por los especialistas del CONICET, UNVM y la UNRC para detectar tuberculosis bovina es un sensor portátil basado en un electrodo impreso. "Este electrodo, modificado con una capa de un polímero que soporta nanopartículas de oro, se utiliza para captar los anticuerpos específicos presentes en animales que padecen la enfermedad", puntualiza Fiorito.
Se probó el test con diferentes concentraciones de anticuerpos en suero bovino para obtener una curva de calibración y se comprobó una alta sensibilidad, estabilidad, precisión y confiabilidad en la detección de tuberculosis en bovinos. El trabajo se publicó en la revista científica Talanta.
Fiorito visualiza un futuro "donde nuestra tecnología esté disponible en el mercado y contribuya de manera significativa en varios aspectos: mejora en la salud animal y por ende de la población; que funcione como inspiración, facilitando la creación de nuevas soluciones en diversos campos, impulsando el avance científico y tecnológico; y que impulse el crecimiento económico mediante la comercialización de productos y servicios innovadores".
La primera autora del estudio es Lucía Saad quien se desempeñó como becaria doctoral del CONICET en el IMITAB.
Fuente: Agencia NA