Sostienen que en siembras tempranas, hay mayor rendimiento
El trabajo fue realizado en el Inta Marcos Juárez y fue presentado en la IX Conferencia Internacional de Soja que se desarrolla en Sudáfrica.
El estudio fue presentado en el marco de la IX Conferencia Internacional de Soja –que se desarrolla desde el 17 y hasta hoy en Durban, Sudáfrica– y demostró que “el rendimiento y la proteína se correlacionan inversamente. Es decir: a mayor rinde, más aceite y menos proteína. Como en la generación de nuevas variedades se prioriza la alta productividad, la soja argentina se caracteriza por su alto contenido de aceite en relación con la proteína”, explicó desde Sudáfrica la técnica del Inta Martha Cuniberti, líder de la investigación y participante del foro mundial.
Después de analizar datos de los últimos 15 años de campañas sojeras, la especialista del Laboratorio de Calidad Industrial de Cereales y Oleaginosas de la unidad de Marcos Juárez concluyó que la soja de primera posee más aceite y menos proteínas que aquella de siembra tardía. “Esto sucede porque el llenado de granos se produce cuando las temperaturas son menores”, explicó.
Más del 80 por ciento de la soja producida en el país se industrializa y comercializa en el exterior como aceite, biodiésel y harina. Así, la Argentina se posiciona como primera exportadora mundial de subproductos de esta oleaginosa, con un rol fundamental en la calidad y cantidad de la materia prima.
Los factores ambientales, genéticos y de manejo de cultivo influyen directamente sobre la expresión de calidad industrial de la soja argentina. “En la síntesis de proteínas y aceite durante el llenado de granos tienen gran incidencia las temperaturas, el estrés hídrico y deficiencias nutritivas. En el primer caso habrá mayor concentración de aceite, mientras que en el segundo y tercer caso disminuirán los rendimientos y, en consecuencia, aumentará la proteína”, aseguró Cuniberti.
De acuerdo con la investigación, en el norte de la región pampeana el aceite disminuye 0,53 por ciento y la proteína aumenta en promedio 0,45 por ciento por cada mes de atraso en la fecha de siembra, de octubre a enero. En esta línea, la especialista aseguró que en un país aceitero y productor de harinas proteicas para alimentación animal resulta primordial conocer en qué momento sembrar para obtener, luego, una materia prima capaz de generar mayor calidad y cantidad del producto final.
Según publicó La Voz del Interior, dijo que la soja representa una fortaleza como país productor y exportador, pero advirtió que “la expansión del cultivo debe ir acompañada de un adecuado manejo para hacer sustentable la actividad”.