¿Peligro de devaluación?
La constante inflación y la irrestricta emisión de pesos que cada vez adquieren menos valor, son condicionantes de una posible devaluación en el paÃs.
En la primera quincena del 2013, el llamado dólar blue trepó casi un 10%, mientras que la brecha con el dólar oficial fijado por el Banco Central (BCRA) llegó a un nuevo récord, posicionándose en un 51%, lo cual sólo promete mayores tendencias inflacionarias para el presente año.
En este contexto, la economía argentina se caracteriza por factores que no hacen el panorama más alentador: disminución del poder de compra del ingreso familiar, freno de la actividad económica, pérdida de puestos de trabajo, inflación acelerada, emisión descontrolada de billetes, pérdida del valor de la moneda y una posible futura devaluación cada vez más inminente.
Por otro lado, la presión de la AFIP para no entregar dólares sumada a la habitual demanda incentivada por el turismo, impulsaron el alza del tipo de cambio no oficial. Asimismo, Argentina se encuentra actualmente con una inflación promedio (privada) de un 2% mensual, y un ritmo de emisión monetaria del Banco Central descontrolado, que ha promediado el 40%. En este escenario, el dólar vuelve a aparecer como refugio de valor, o sea, barato, porque se estima que continuará aumentando.
Sumado a esto, en un país donde el dólar oficial cotiza estable a $4,96 y donde el paralelo continúa incrementándose, hasta rozar actualmente los $8, son pocas las operaciones en pesos que se realizan en torno al tipo de cambio del Central. Por el contrario, según un relevamiento divulgado por Reporte Inmobiliario, se puede ver por ejemplo, que en el mercado inmobiliario, el cual está registrando una fuerte caída por la disminución de las compraventas, el 96% de las transacciones se realizan en torno al valor del dólar blue, y sólo el 4% se hacen al tipo de cambio oficial.
Por su parte, el BCRA ha emitido una gran cantidad de pesos en diciembre pasado (45% de lo emitido en 2012) apostando a que los argentinos absorberían los billetes. Sin embargo, la cantidad de dinero que no se transforma en consumo, se vuelca en inflación. Paralelamente, esto está provocando que escaseen los billetes de más baja denominación, y que el billete de más alta denominación con que cuenta el país, es decir el de $100, continúe perdiendo valor día a día.
En la economía argentina, sobran pesos y la gente, no sabe qué hacer con ellos. El mercado asiste a una mayor circulación de billetes de menor valor y el dólar paralelo crece porque cada vez hay más inflación. Lo cual hace plantearse a los economistas acerca del peligro de una posible e inminente futura devaluación.