La alfalfa perdió 2.6 millones de hectárea
La ganaderÃÂa y el tambo podrán competir con la agricultura en tanto se logren forrajes de calidad. Este fue el concepto que atravesó la nueva edición de Experiencia Forrajera, la jornada realizada por CLAAS y Forratec el 28 de noviembre en Florentino Ameghino, provincia de Buenos Aires.
El encuentro, orientado a desarrollar los últimos conocimientos en producción forrajera y nutrición animal mediante paradas a campo y demostraciones de maquinaria, contó con la presencia de productores, técnicos y estudiantes universitarios de agronomía interesados en conocer las tendencias en alimentación para un contexto como el actual.
“La alfalfa es el alimento de más alto valor para el rumiante. Hay que promover el cultivo en aquellos lugares en los que está desapareciendo”, dijo Miriam Gallardo, nutricionista de INTA, una de las profesionales que formó parte de la jornada.
Según los datos aportados por la técnica, en Argentina, como producto de la intensificación agrícola, la superficie destinada a alfalfa ha disminuido sensiblemente en los últimos años llegando a 2.6 millones de hectáreas, aproximadamente. Sin embargo, la productividad potencial de los alfalfares, principalmente a partir de variedades mejoradas y prácticas de agricultura de precisión, ha incrementado significativamente: de 8.000-10.000 kgde MS/ha/año a más de 15.000 kg de MS/ha/año.
Con la misma intensidad se han desarrollado nuevas formas de manejo y de confección de las reservas que hacen posible maximizar el aporte de la reina de las forrajeras en las dietas. Herramientas como los aceleradores biológicos de secado, la confección de fardos prismáticos, la tecnología del heno previamente trozado para almacenar en bolsas plásticas, o incluso los cubos y pellets de alfalfa, que si bien son recursos que ya tienen varios años a nivel mundial, en Argentina están escasamente desarrollados, son insumos muy promisorios en los nuevos modelos de producción ganadera intensiva, porque permiten desarrollar dietas muy equilibradas, con un control más estricto de la cantidad de nutrientes.