Consejos para conservar la calidad de los granos húmedos
Las precipitaciones registradas en las últimas semanas en la zona núcleo generaron que la cosecha de los principales cultivos se realice con exceso de humedad. El manejo de los granos durante la poscosecha, tanto en silos bolsa como convencionales, será clave para asegurar la calidad e inocuidad.
“La humedad es la principal enemiga de una buena conservación”, aseguró Ricardo Bartosik –coordinador del proyecto de Poscosecha del INTA– quien, además, remarcó que el almacenamiento indebido del grano húmedo puede resultar en pérdidas de calidad comercial debido al riesgo de la potencial aparición de micotoxinas.
Para evitarlo, existen herramientas para bajar la humedad de los granos hasta alcanzar un valor que permita su adecuado almacenamiento. “El secado permite que se alcance la humedad recomendada para cada cultivo y evita el desarrollo de enfermedades que afectan la calidad de los cosechado”, señaló Bartosik y advirtió: en esta campaña, los productores deberán tener gastos extras de secado.
Un relevamiento realizado en diversas plantas de acopios y cooperativas determinó que las tarifas de secado rondan en promedio $24 por tonelada y por punto de humedad removido. La tarifa de secado en puerto es más elevada y puede llegar a $45.
Opciones para cada necesidad
Luego de la cosecha, los granos pueden ser almacenados en bolsas plásticas o en los tradicionales silos de zinc. Conocer las ventajas y limitaciones de cada sistema le asegurará al productor el éxito final en la campaña.
En el caso de los silos convencionales, se utilizan sistemas de secado y aireación para garantizar el almacenamiento. “Si se necesita almacenar grano muy húmedo, por ejemplo maíz con 18% de humedad, será necesario contar con una aireación reforzada de manera permanente, sin importar la condición climática”, dijo Bartosik y explicó: “La aireación continua permite mantener la temperatura del grano en valores cercanos a la temperatura ambiente, se preserva su calidad hasta que pueda ser secado. Esta situación no se puede prolongar en el tiempo más allá de dos a tres semanas”.
Almacenar un grano húmedo representa una situación de riesgo. Por lo que deberán ser monitoreados regularmente. “El monitoreo consiste en inspecciones visuales de las instalaciones de acopio para detectar cualquier gotera o filtración de humedad en la estructura”, señaló el técnico del INTA y agregó: Utilizar el olfato para detectar olores que evidencien descomposición del grano y termometría para detectar focos de calentamiento en la masa de granos.
En general, las oleaginosas son menos tolerantes al almacenamiento con humedad por lo que requieren más atención. Si la aireación continua no fuera efectiva entonces se deberá transilar –o sea, cambiar la ubicación– la mercadería para "romper" el núcleo de calentamiento. Esta práctica ayuda a mejorar la aireación, pero resulta en mayor proporción de grano quebrado.
En el caso de almacenamiento en bolsas plásticas conviene recordar algunos aspectos que van a mejorar las posibilidades de éxito.
“Las bolsas plásticas deberán ser consideradas un medio de almacenamiento estrictamente temporario respecto del almacenamiento de grano húmedo”, expresó Bartosik y aclaró: “el grano húmedo respira intensamente, produce calor, consume sus propias reservas y afecta su calidad. Si la bolsa no mantiene su hermeticidad, la situación de almacenamiento de grano húmedo, debido al ingreso de oxígeno, se torna extremadamente peligrosa”.
Las bolsas deberán ser ubicadas en lotes altos con cierta pendiente para evitar el anegamiento temporario luego de una lluvia torrencial. Tampoco se recomienda armarlas sobre rastrojo debido a que se rompe la cubierta plástica y favorece la entrada de agua. También, se deberán extremar los cuidados en el cierre (utilizar preferentemente el termosellado). Ubicar las bolsas de a pares y dejar una calle cada dos bolsas para facilitar la extracción de granos en caso de ser necesario. Anotar en la bolsa la calidad y humedad del grano embolsado.
De acuerdo con Bartosik, es fundamental realizar monitoreos permanentes de las bolsas, en base a la medición de dióxido de carbono. De esta manera, “se podrá detectar tempranamente cualquier incremento en la actividad biológica y decidir prolongar el almacenamiento o vender la mercadería. A su vez, se debe emparchar toda perforación o rotura que se detecte”.
El almacenamiento en silo bolsa es una parte fundamental del sistema de poscosecha de granos en Argentina. El uso correcto y eficiente de la tecnología de embolsado disminuye las pérdidas y mejora la calidad e inocuidad de los granos almacenados, lo cual redunda en beneficios para los productores, los acopios, la agro industria y el país en general.