Arroz, un cultivo que retrocede en Entre RÃos
A un mes de haber finalizado la cosecha de arroz en la provincia, la zafra se caracterizó por registrar una caÃÂda en el área implantada.
Los rindes promedios que se obtuvieron fueron buenos y los valores alcanzados resultaron parecidos a los de la campaña anterior. Frente a esta situación, los productores tuvieron que atravesar varios condicionantes que se presentaron desde el comienzo de la siembra como las condiciones climáticas, la baja cotización del cereal y los altos costos de producción.
Según el Sistema de Información de Bolsa de Cereales de Entre Ríos (SIBER), el área sembrada con arroz en nuestra provincia fue 26% inferior a la campaña anterior. Se sembraron 73.468 hectáreas (ha) de las cuales no se registraron pérdidas, logrando una producción de 553.835 toneladas (tn). El rendimiento promedio fue de 7.266 kg/ha, el cual se ubicó levemente por encima de lo acontecido en el ciclo agrícola precedente. San Salvador y Villaguay, zona de mayor producción, englobaron el 35% del total, lo cual equivale a 187.269 tn. .
La zafra que finalizó se caracterizó por una caída tanto del área implantada como de la producción y pese a los buenos rindes obtenidos la campaña comenzó con varias dificultades. Se registraron abundantes precipitaciones entre el invierno y la primavera lo cual condicionó la preparación de la tierra, etapa que para el cereal es fundamental.
La Ing. Agr. Lorena Robín indicó: “En el mes de septiembre, cuando ya se comienza a sembrar los primeros lotes, recién se había iniciado las tareas de labranza. Fueron muy pocas los productores arroceros que pudieron implantar entre fines de septiembre y los primeros días de octubre”. Asimismo indicó: “El atraso en las fechas de siembra de gran parte del área implantada, ubicó la floración en el mes de febrero, siendo que los mejores rendimientos se obtienen si este estado se produce durante el mes de enero, ya que hay mayor oferta de radiación. El estado de floración coincidió con días nublados y/o lluviosos en la región, siendo un factor determinante en los rendimientos obtenidos” indicó la Ing. Robín.
El alto costo del combustible para el riego fue otro de los inconvenientes que afrontó el sector arrocero. En la zona núcleo, algunos productores se vieron obligados a la siembra del cereal porque los lotes estaban arrendados. La situación año a año se dificulta por los elevados costos de producción. “Los principales afectados en la condición económica del cultivo son los pequeños productores, los que siembran una arrocera, o tienen un pozo de riego y hacen entre cuarenta y ochenta hectáreas; ellos optaron por dejar de sembrar arroz. Hay que tener un monto importante de dinero para iniciar las labores, por este motivo muchos productores optaron sembrar otros cultivos” indicó Robín.
Sorgo, el elegido
Debido al complicado panorama que se presentó para el arroz, algunos productores optaron por plantar otros cultivos más rentables. “La soja en nuestros suelos es muy complicada, entonces el sorgo fue la alternativa más viable en la zona. Los precios de este cultivo eran buenos, por eso muchos no optaron por el arroz” indicó Robín.
Para la próxima campaña se estima que la superficie sembrada volverá a retroceder. Los productores deben invertir una gran cantidad de dinero y la situación económica no es favorable como para arriesgarse a sembrar un cultivo que tiene valores y mercados inestables. “El productor que dejo de sembrar arroz para ver que pasaba o el gran productor que redujo su área implantada, la próxima campaña no vuelve a creer en el arroz. A esto se le suma que los costos no cierran y su precio se encuentra estancado” afirmó la Ing. Robín.
Fuente: SofÃÂa Ponce - Momento de Campo