La restauración de una vieja casona y el desarrollo local
La Junta de Gobierno de Pueblo Alvear busca recuperar una vieja casona para la integración de actividades productivas, culturales y recreativas. Este proyecto fue seleccionado entre 300 de todo paÃÂs por la ONG Recuperar. Ahora, la misión es conseguir fondos para restaurar el emblemático edificio.
El paso del tiempo, que todo lo puede, no ha logrado derribar todavía una tapera que se mantiene en pie en una esquina de Puerto Alvear en el departamento Diamante. Antes de que se cumpla lo inevitable, desde la Junta de Gobierno de esa localidad costera intentan restaurar lo que en el pasado fue un centro de acopio de granos, un almacén de ramos generales, una casa de familia y, finalmente, un boliche de campo.
Si se logra el cometido de recuperar esa vieja casona será un triunfo de la memoria frente al olvido de lo que fue la vida económica y social que en estas tierras supieron construir con su trabajo criollos e inmigrantes desde finales del siglo XIX y durante buena parte del XX.
El cambio del modelo productivo, las migraciones internas, la concentración de la tierra y la desaparición del puerto pudieron con muchas cosas pero no con esa casa que se empecina sobre sus cimientos en un cruce de caminos.
Con el ánimo de evitar el abandono irremediable, el año pasado, la presidenta de la Junta de Gobierno de Puerto Alvear, Marina Meccia, presentó un proyecto a la convocatoria “Pueblos que Responden 2013” organizado por la Organización No Gubernamental Responde. Esta entidad se ocupa de promover el desarrollo de los pueblos rurales de la Argentina.
Al concurso se presentaron 300 proyectos de diferentes poblaciones de Argentina. En una primera etapa, “fuimos preseleccionados junto con otro pueblo de Buenos Aires. Luego nos visitó la directora de la ONG, Marcela Benítez, y después de un tiempo nos avisaron que éramos los elegidos” contó Meccia a EL DIARIO.
Al haber salido seleccionada, la Junta de Gobierno recibió unos 3.000 libros para conformar una biblioteca. A su vez, podrá contar con equipamiento para la casona y capacitaciones en función de los futuros proyectos que allí se puedan desarrollar.
Sin embargo, para que se concrete el proyecto de refuncionalizar el edificio se necesitan fondos económicos. Es por esto que Meccia ha hecho diferentes gestiones ante organismos públicos y también ante particulares en función de la restauración. El objetivo final es recuperar la casona para utilizarla como integrador de diferentes actividades productivas, culturales y recreativas; y así enriquecer la oferta turística del lugar.
ANTECEDENTES. Unos años atrás, este patrimonio arquitectónico atrajo la atención del Programa Social Agropecuario. Así fue que el gobierno de Entre Ríos adquirió el inmueble en 2006. Al año siguiente comenzó la obra de restauración. En esta acción se involucraron distintas organizaciones del lugar. Sin embargo, el trabajo de recuperación fue rápidamente interrumpido.
HISTORIA. En un principio, en la vieja casona existió un depósito del cereal que se trasladaba en carro desde los campos. Allí era embolsado y guardado hasta la llegada de los barcos. Además, funcionaba un almacén de ramos generales. Su propietario era Abraham Zuleiman.
Después de un tiempo, la propiedad fue vendida y se convirtió en una residencia familiar. Luego fue alquilada para el funcionamiento del bar “Montecarlo” (que actualmente posee su propio local a unos 200 metros del lugar).
En el presente solo queda en pie la parte del viejo almacén. Los galpones fueron desmantelados luego que el puerto dejara de funcionar.
ARQUITECTURA. El edificio fue construido con estilo neoclásico. El techo es de chapa, las ventanas tienen rejas y la puerta principal es de doble hoja. La casona consta también de un sótano.
El edificio, dispuesto en L, contaba de una galería perimetral hacia un patio central. En el desarrollo de una de las dos alas se reconoce lo que fue un zaguán de ingreso hacia la vivienda. Parte de la construcción ya no existe pero la huella de sus cimientos indica la ubicación de las habitaciones y otras dependencias.
TAREAS. El estado de conservación de la casa fue calificado de regular. Para poner en condiciones el edificio hay que apuntalar todas las paredes y demoler las construcciones que no son originales. Además, se deberá reparar y reutilizar el techo. Esto implica retirar y clasificar las chapas, los clavadores, los tirantes y las tejuelas. A su vez, es necesario impermeabilizar las cargas.
Otra tarea a realizar es la limpieza del sótano y las rejillas de ventilación. También se necesita reparar las aberturas, recuperar los revoques interiores y realizar la instalación sanitaria.
Está previsto, asimismo, reconstruir la galería que comunicaba a las habitaciones y parquizar el patio. La verificación de la existencia de pozos y segado de los mismos es otra de las actividades de la recuperación.
Fuente: El Diario