No se avaló plan de Rosario para activar venta de granos
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires decidió ayer no insistir con el proyecto armado por la Bolsa de Comercio de Rosario para incentivar al productor a vender la soja que tiene guardada
Ayer en el marco de la reunión de Consejo Directivo de la entidad bursátil porteña se repasó lo ocurrido –desde el pedido del gobierno hasta los trazos gruesos de proyecto rosarino- pero rápidamente se definió que como los productores agropecuarios, que integran la Bolsa cerealera, decidieron no apoyarlo mal podía la entidad darle curso.
En líneas generales, el proyecto de la Bolsa de Rosario consistía en cambiar la soja por una letra que garantice el tipo de cambio pero sin vencimiento.
No obstante, en conversaciones fuera de la reunión de Consejo representantes de las entidades de productores resaltaron la buena predisposición de las Bolsas por encontrar alguna salida a la parálisis comercial que tiene el mercado cerealero bajándole el tono a la primera reacción –sobre todo de la Sociedad Rural- de ver en el intento una jugada a favor de los exportadores (que necesitan la soja) y el gobierno (que necesita los dólares).
Al término de la reunión del Consejo Directivo, punto biz dialogó con el presidente del Centro de Corredores de Buenos Aires, Javier Buján, quien recordó: “Como Centro de Corredores nosotros no íbamos a avalar algo que no tuviera el respaldo de los productores, que son los que tienen la soja sin vender como resguardo ante la incertidumbre que se está viendo. Y por eso pedimos que se los participe. Como rechazaron la propuesta, nos pareció desacertado insistir”.
Según el análisis que hizo el corredor, “la única forma que el productor venda es si le entregan dólar billete a $9.60; nada de letras o papeles, tiene que ser el dólar billete”. Igual, calculó que la otra alternativa para que el productor venda la soja guardada es que el gobierno logre restablecer la confianza, la previsibilidad y la estabilidad cambiaria. “Si vende la soja, es como si le estaría dando un crédito a un gobierno. Es como si alguien hoy vende sus dólares atesorados a valor oficial”, agregó el presidente del Centro de Corredores.
Con todo, Buján se mostró preocupado por la parálisis del comercio: “Las casas de corretaje tienen que prepararse para estar 60 días más sin actividad. Yo no sé cómo vamos a resistir, pero me sorprende que mucha gente esté tan pasiva como si estuviera operando 10 mil toneladas por día”.
En esa línea, en Rosario, ayer, ante algunos cuestionamientos sobre el intento de buscar una herramienta para que los productores vendan la soja a pedir del gobierno, se defendió la postura de la entidad diciendo que –más allá de que se trate de un pedido de Capitanich- también se pensó en hallar herramientas que le den actividad al corretaje, que es el corazón de la Bolsa, que está paralizado por la falta de ventas.
Igual, una diferencia con Buenos Aires fue que el Centro de Corredores de Rosario no había sido puesto al tanto por la Bolsa local de la propuesta que estudiaban.