Al mejor jugador se lo deja otra vez fuera del partido
Al sector que provee más del 50 por ciento de las divisas que ingresan en el paÃÂs en concepto de exportación de bienes lo quieren dejar fuera del partido.
El que más goles hizo en estos últimos diez años con récord de producción y precios internacionales como pocas veces se ha visto no sólo que no será titular sino que, ni siquiera, estará sentado en el banco de suplentes.
Esta suerte de metáfora futbolera no es otra cosa que la conclusión de lo que dejó el discurso de la presidenta Cristina Kirchner en Tecnópolis, el miércoles pasado, cuando dijo que quería sentarse a discutir "con los titulares y los directores técnicos, no con los suplentes" para discutir eventuales cambios en la política económica. Consideró que los protagonistas eran los bancos, la UIA y los gremios. Dos veces lo dijo y excluyó al sector agropecuario de esas enumeraciones. Curiosamente el acto había sido convocado para presentar un programa de agregado de valor para el campo y la entrega de combis para escuelas agrotécnicas.
Es extraño lo que sucede con la Presidenta. Cuando recibe a empresarios de la actividad -fabricantes de maquinaria agrícola o de la industria de agroquímicos- expone su idea de que la Argentina tiene un papel estratégico en la producción mundial de alimentos, que es imprescindible la tecnología y que se debe agregar valor. De hecho, alienta un incremento de la producción de granos de 100 a 160 millones de toneladas para 2020. Sin embargo, sus decisiones económicas provocan exactamente lo contrario: por la presión impositiva, las trabas al comercio y la pérdida de competitivad la producción agropecuaria está en proceso de estancamiento. Eso se vio en la última cosecha de trigo, con 8,5 millones de toneladas y podría repetirse con el maíz para el que ya se están pronosticando una caída del área de siembra de entre el 3 y el 10 por ciento.
A Cristina Kirchner le quedan dos campañas agrícolas hasta que termine su mandato en diciembre de 2015. No parece ser la mejor estrategia dejar fuera del partido al sector que reacciona con más rapidez a las señales positivas de la economía. Los dólares que necesita para equilibrar la balanza comercial, erosionada por las crecientes importaciones de combustibles, pueden provenir del agro.
Una parte del magro resultado electoral del kirchnerismo en las PASO del domingo pasado se explica por el deterioro de la economía, según la opinión de los analistas políticos. En los principales distritos de la pampa húmeda, como informó LA NACION esta semana, el oficialismo perdió por 20 puntos frente a los candidatos de la oposición. Pero no sólo eso, en provincias afectadas por la crisis de las economías regionales -como Mendoza, San Juan y La Rioja- el oficialismo perdió o tuvo una magra performance, como Salta o Jujuy.
En ese contexto, la Comisión de Enlace anunció que seguirá con su plan de lucha, que, en rigor, habría que decir plan de acción, porque no hubo acuerdo para lanzar una medida de fuerza. Uno de los aspectos más interesantes del plan es que los dirigentes elaborarán documentos conjuntos sobre la situación y los problemas del campo para ser presentados ante los candidatos a legisladores en las elecciones de octubre próximo. Muchos deberán definir su posición respecto de la política agropecuaria.