Mejoras en el manejo de fitosanitarios
En estos tiempos en que los avances tecnológicos se encuentran muy acelerados, también varÃan, con dinámica similar, los términos relacionados a los manejos de fito- sanitarios. Por eso, entiendo que es importante resaltar y aclarar las diferencias entre dos importantes conceptos: modo y mecanismo de acción.
Al momento de seleccionar los insumos, además de las recomendaciones expresadas en el marbete y la banda toxicológica, es fundamental tener en cuenta cómo trabajan y dónde actúan los diferentes productos. O, dicho de otro modo, cuál es el modo y cuál el mecanismo de acción, respectivamente.
Hablamos, con correcta propiedad, de modo de acción cuando nos referimos a la forma en que el producto toma contacto con la plaga, la maleza o enfermedad para realizar su acción y llevar a cabo su trabajo.
En el caso de un insecticida, por ejemplo, los modos de acción habituales suelen ser el contacto y la ingestión. En cambio, mecanismo de acción es la manera en que actúa el producto sobre los procesos fisiológicos de las plagas, las malezas o las enfermedades.
Como ingeniero agrónomo y asesor técnico de Red Surcos, considero que conocer el modo y el mecanismo de acción de los diferentes productos permite tener en mente cuáles son los parámetros fundamentales a la hora de decidir por tal o cual principio activo.
Estos términos revisten gran importancia a los fines de evitar resistencias, tanto de malezas como de insectos y enfermedades, dado que es recomendable no repetir los modos ni los mecanismos de acción, en forma continua.
Desde hace un tiempo, estamos abocados a la innovación tecnológica en formulaciones de productos para disminuir la cantidad de principio activo aplicado por hectárea y lograr el mismo efecto que los productos alcanzados con las tecnologías convencionales.
En definitiva, se está apuntando al uso de una menor dosis aplicada en los cultivos y por lo tanto lograr una relación de mayor equilibrio con el medio ambiente.
Fuente: La Nación