Grobocopatel invierte en agroquÃmicos
Compró la firma Agrofina con un plan por $ 400 millones para desarrollar productos de alto valor; vendió su participación en una empresa en Brasil a la japonesa Mitsubishi Corporation.
Grupo Los Grobo, la compañía agroindustrial cuyo presidente es el productor Gustavo Grobocopatel, anunció ayer que incursionará en el negocio de la producción de agroquímicos, un rubro que en 2012 movió en la Argentina unos US$ 2200 millones. Para ese objetivo, Grobocopatel compró Agrofina, una empresa que manejaba el fondo estadounidense Vicus y tiene como característica sobresaliente la investigación y tecnología propia para hacer 100% en el país desarrollo, síntesis y producción de agroquímicos.
Entre la adquisición de esa firma y un plan que incluye la producción de nuevos fitosanitarios de alto valor, biopesticidas naturales y tres plantas de procesamiento y tratamiento de semillas, Los Grobo destinará $ 400 millones. "Con esto integramos la cadena de valor y diversificamos nuestro modelo de negocios al estar más cerca de la tecnología", dijo Gustavo Grobocopatel, presidente de Grupo Los Grobo.
"Queremos ser una compañía dedicada a productos de alto valor. Apuntamos a desarrollar nuestra propia formulación y productos premium ", agregó Horacio Busanello, CEO de la empresa.
En la Argentina hay unos 200 jugadores en el mercado de fitosanitarios, pero sólo tres poseen capacidad para realizar la síntesis de sus propios agroquímicos. Se trata de Monsanto, Atanor y Agrofina, que posee su planta en Zárate. Esta última es una empresa en crecimiento. Hace tres años tenía una facturación de 20 millones de dólares anuales y ahora ya ronda los 60 millones. Es un negocio con márgenes interesantes, destacan en Los Grobo.
"Nosotros queremos posicionarnos en un negocio con márgenes atractivos", afirmó Busanello. El CEO de Los Grobo es un conocedor del rubro agroquímicos. Trabajó en Monsanto y antes de llegar a la empresa de Grobocopatel fue presidente de Syngenta Agro.
Los Grobo ya venía haciendo distribución y comercialización de agroquímicos de otras compañías, pero no controlaba una firma productora.
El plan de negocios por $ 400 millones de Los Grobo no sólo incluye la compra de la planta de fitosanitarios, sino también la expansión de la planta de Zárate, la generación de nuevos productos, la construcción de un laboratorio para desarrollar productos y tres plantas de procesamiento y tratamiento de semillas ubicadas en Tandil, Guaminí y Córdoba. Con esa carpeta de negocios, aspira a crear 100 puestos de trabajo, entre directos e indirectos. La inversión se hará en un 50% con fondos propios y otro 50% con financiación bancaria, según fuentes del mercado.
Mientras comunicaba la inversión en la Argentina, en las últimas horas se conoció que Grobocopatel le vendió su participación en la firma Ceagro, de Brasil, a la japonesa Mitsubishi Corporation.
EN BRASIL
La firma japonesa, un conglomerado de 360 empresas en todo el mundo, había entrado en 2012 a la firma de Grobocopatel y de dos socios brasileños con la compra de un 20% del paquete accionario.
Ahora, con un plan por US$ 495 millones, US$ 148 millones de ellos destinados específicamente para comprarles su parte a Grobocopatel y al grupo brasileño Vinci Partners, Mitsubishi Corporation tendrá el 80% de Ceagro, mientras otro brasileño, Paulo Fachin, seguirá con un 20 por ciento.
Ceagro origina en Brasil un millón de toneladas de granos, vende insumos y siembra. Esa firma fue motivo de satisfacción para Grobocopatel: en cinco años pasó de facturar US$ 50 millones a 550 millones.
Al salir de Ceagro, Los Grobo por el momento deja de sembrar en Brasil, donde llegó a manejar 80.000 hectáreas. No obstante, continúa en ese país con un molino y distribución de harinas y pastas. Busanello explicó que seguramente volverán a la siembra con la creación de otra empresa que también incursionará en otros proyectos.
En Los Grobo creen que ser el grupo más grande no pasa por ser la empresa que más hectáreas siembra, sino por la que agrega más valor. De hecho, en la Argentina llegaron a sembrar más de 120.000 hectáreas alquiladas por su cuenta y el último ciclo estuvo en 60.000.
Fuente: La Nación