Cadena aviar argentina en un momento de expansión
La cadena de carne aviar se inicia con la producción primaria que funciona como un sistema integrado, donde las industrias avícolas coordinan al otro eslabón clave de la cadena que son las granjas de producción.
En las últimas dos décadas, la cadena aviar argentina ha mostrado una fuerte expansión, con incrementos en la producción, el consumo y las exportaciones.
La tendencia mundial alcista en el consumo de carne aviar permite suponer, por un lado, que la demanda del mercado interno continúe en forma sostenida y supere los actuales niveles de consumo y, por el otro, que la exportación juegue un rol fundamental.
Para ganar posicionamiento en el mercado externo, el país deberá definir e implementar acuerdos comerciales que lleven a la apertura de nuevos destinos y facilitar la operatoria en materia de trámites y autorizaciones para las empresas que buscan salir, con sus productos, al mundo.
Un comercio dinámico
Asimismo, no hay que olvidar que las posibilidades de comercialización externa involucran día a día y cada vez con más fuerza e importancia al bienestar animal y el cuidado ambiental como exigencias para concretar las transacciones. Por lo cual habrá que contemplar la necesidad de realizar cambios en la modalidad de producción en un futuro cercano.
En la Argentina existen 94 plantas de faena de aves, 54 con habilitación de Senasa y 40 con habilitación provincial y/o municipal.
Argentina, disponiendo de cereales y oleaginosas en cantidad suficiente y con una actividad avícola que ha demostrado ser eficiente, tiene la oportunidad y el desafío de ajustar su producción a la demanda internacional, con la consecuente generación de divisas y creación de empleo genuino.
En 2020, liderando el ranking mundial de exportadores se ubicó Brasil, seguido de Estados Unidos. En tercer lugar, la Unión Europea y más atrás, Tailandia y China. La Argentina tiene una importante inserción exportadora en el mercado mundial de carne aviar, así como también en el mercado de subproductos derivados de la faena, ocupando el octavo lugar.
En las últimas dos décadas, la producción superó con creces al consumo interno y se produjo un cambio en la balanza comercial que pasó a tener saldo positivo.
Destino comercial
Internamente se consume, en promedio, el 91% de la producción nacional. El pollo, además de ser una carne consumida por ser proteína animal baja en grasas, tiene una demanda fuertemente elástica a su precio y al de su principal sustituto, la carne vacuna. El 9% restante, se destina al comercio externo.
Durante el periodo 2000-2001 el consumo interno se mantuvo estable en el orden de las 950 mil toneladas promedio anuales. En el año 2002 se produjo una caída del 31,5% de la demanda interna como consecuencia de la gran crisis económica argentina de ese año.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el consumo argentino de carne aviar se ubica en el top-ten mundial. El consumo mundial está encabezado por Qatar, cuya población consumió una media de 52 kg/hab./año en 2020, seguido por los Estados Unidos y Malasia, ambos con un consumo de 51 kg/hab./año.
Nuestro país se encuentra en el noveno puesto en cuanto a los países que más consumen con relación a su población, representando más del 40% del consumo de la canasta cárnica local.
La actualidad de la cadena
Actualmente, en la Argentina existen 94 plantas de faena de aves, 54 con habilitación de Senasa y 40 con habilitación provincial y/o municipal. De acuerdo a información de la Dirección Nacional de Matriculación y Fiscalización del MAGyP, del total de la faena nacional, solo un 6% corresponde a plantas de faena provinciales y/o municipales.
En 2020, casi la mitad de los establecimientos industriales con habilitación del Senasa se encuentran ubicados en la provincia de Buenos Aires (44%), seguida por Entre Ríos (30%), y en menor medida por Santa Fe (11%) y Córdoba (4%).
De las cuarenta plantas con habilitación provincial y municipal, el 25% se encuentran ubicadas en la provincia de Mendoza, el 23% en Buenos Aires, el 18% en Córdoba, el 10% en Tucumán, el 8% en Santa Fe y el 16% restante se encuentran en las provincias de Santiago del Estero, Jujuy, La Rioja, Catamarca y Salta.
Fuente: ABC Rural