Se resintieron valores en vacas con destino a exportación
Luego del cese de comercialización volvieron los remates a la rural de Gualeguaychú y a Urdinarrain.
Los martilleros Atilio Solís y Mauro Ronconi detallaron como fue el retorno de los remates tras un alto acatamiento a la medida de fuerza de la Mesa de Enlace que conforman las cuatro entidades agropecuarias en protesta por el cierre de las exportaciones cárnicas.
Atilio Solís martillero de Consignataria del Sur señaló que el remate “había generado muchas expectativas, notándose en el renglón de las vacas la medida tomada, cierre de exportaciones por 30 días, por el gobierno nacional, en lo que tiene que ver con manufactura y conserva, no así en la tipo carnicera que va para consumo interno que anduvo entre los 130, 135 y hasta 140 pesos, mismo valores que antes del cepo a la carne”. Indicó que en la “manufactura (110 y 115 pesos) y en la conserva (80 a 110 pesos) se resintieron un poco los valores que orillaron entre los diez y quince pesos menos”.
Dijo que el resto de las categorías mantuvieron los precios. Señaló que “un novillito, una vaquillona de consumo anduvo en los 180/185 pesos; mientras que en el renglón de la invernada no se notó.
La gente que tenía que comprar lo hizo. El ternero de invernada anduvo entre los 240 y 260; en tanto que el ternero de 175 kilos se vendió en los 220 y 230 pesos. “En lo que se refiere a “vaca con garantía de preñez se comercializaron a 65.000 pesos por pieza, en tanto que la vaca de cría nueva anduvo entre los 38.000 y 40.000 pesos, quedando claro qué en un marco de complejidad, los valores fueron similares a los de antes del cierre de las exportaciones”.
Solís remarcó que la vaca no “tiene como destino el consumo interno, exportándose en su gran mayoría a China, país que tiene un paladar muy diferente al de estos lares”. Acotó que los “novillos pesados se hacen con destino a exportación; mientras que los livianos son los que se consumen en Argentina”.
Opinó que “lamentablemente nunca hemos tenido una política de carnes adecuadas para que el sector pueda trabajar con comodidad y previsibilidad, dado que la ganadería necesita tiempo”. Indicó que el gobierno “es la segunda vez que incurre en el mismo error, no surtiendo, la medida, efecto positivo en la baja de la carne, porque además de los costos de producción están los operativos que no bajan”.Acotó que los “números de los que trabajan en engordes a corral, están siendo muy ajustados, y en muchos casos negativos”.
Mauro Ronconi, martillero de Fracarolli y Ronconi SRL de Urdinarrain, señaló que “hace una semana efectuamos en las instalaciones de San José con un total de 457 cabezas embretados y vendidas en su totalidad, el primer remate después del cese de comercialización”.
Al igual que Solís, Ronconi dijo que en la “firma reinaba, previo al remate, cierta incertidumbre de cómo iba a ser el mismo, pero después del mismo el balance es positivo”. Los valores “fueron aceptables, especialmente en la categoría vaca gorda con precios que anduvieron en los 120/130 pesos; mientras que la manufactura anduvo entre 108 y 118, y la conserva entre 90 y 105 pesos”.
Dijo que los precios “son razonables en las categorías mencionadas, en tanto que el consumo osciló, lotes especiales de engorde a corral, oscilaron entre 180 y 205; mientras que los más pesados, a campo, se comercializaron entre 176 y 180 pesos”.