Advierten sobre la presencia de plagas en los cultivos
Creció el nivel de población sobre todo del barrenador del tallo en maÃz y de medidora en soja. Alertan sobre no decuidar estas especies porque se reproducen rápido.
Antes de finalizar el 2012, el departamento de zoología de INTA Pergamino difundía la primera advertencia sobre los posibles ataques de barrenador del tallo (Diatraea saccharalis) en maíz, considerando el nivel de posturas que se encontraban en las trampas de luz en ese momento.
También dentro de la zona núcleo, pero en este caso la agencia de extensión Venado Tuerto de Inta, esta semana dio a conocer otro alerta por un aumento de los niveles de captura en trampas de esta misma plaga y también, en soja, de oruga medidora, oruga militar verdadera, gata peluda norteamericana y oruga bolillera.
A pesar del incremento de la población de varias especies, el nuevo informe hace hincapié puntualmente en el barrenador del tallo y la oruga medidora.
En el primer caso, el trabajo alerta que se están dando en la zona los picos poblacionales de la segunda generación de esta plaga que daña la caña del maíz.
“Las capturas de adultos fueron creciendo en las últimas semanas, lo cual indicaría posible presencia a campo durante los próximos días”, señala el informe.
Luego indica que el umbral de daño en plantas con posturas para tomar la decisión de aplicar insecticidas es de 10%, pero en el trabajo se rescatan algunos aspectos a considerar antes de hacer el tratamiento. Entre los más importantes están: Monitorear lotes de maíz y sorgo en un mínimo de cuatro estaciones de muestreo, detectando posturas ovaladas.
Identificar la coloración de las posturas y asegurarse que la mayoría sea marrón a negro.
Tener en cuenta que, generalmente, las posturas se encuentran en el envés de la hoja de la inserción de la espiga.
Esperar 4 o 5 días, teniendo en cuenta las condiciones climáticas, y realizar controles.
Respecto a la oruga medidora, el informe dice que el aumento de la población indicaría que habrá presencia de larvas en cultivos de soja en etapas vegetativas y reproductivas durante los próximos días.
Está claro que cuanto más temprano se reconozca al insecto a campo y en los primeros estadios larvales de los cinco o seis que atraviesa la plaga, es mejor para tomar la decisión de hacer aplicaciones a tiempo y, además, porque la larva no es tan voraz.
Según publicó Clarín Rural, para reconocerla hay que considerar que son de color claro y, a medida que van creciendo, toman una coloración más oscura. El cuerpo presenta líneas blancas longitudinales y a partir de estadios larvales intermedios las orugas tienen cabeza negra.
Y es característica la forma de desplazarse, tal como si “midieran” el camino recorrido, lo cual le vale su nombre vulgar.
Entonces, a no descuidarse, porque estas especies se reproducen rápido y allí van en busca de su comida preferida: justamente, los cultivos.