La peste porcina africana, otro virus con una segunda ola
En China volvieron a dispararse los contagios en las granjas porcinas por la aparición de una nueva cepa, menos mortal pero más contagiosa.
Como el Covid-19, la peste porcina africana transita una “segunda ola” de contagios en las granjas de cerdos de China, que puede derivar en un nuevo “sacudón” del mercado, como ocurrió a lo largo de 2018 y 2019.
En aquella oportunidad, la muerte de centenares de millones de cerdos del mayor productor de esta carne del mundo, derivó en un fuerte aumento de las importaciones de China tanto de cortes porcinos como de otros “alternativos” dentro de las carnes rojas, como los vacunos.
Ahora, eso podría volver a suceder, pero en un mercado global con condiciones estructurales diferentes a las de aquel entonces, afirmó el Rosgan en su informe de coyuntura semanal.
“La detección de nuevos brotes de la enfermedad durante los últimos meses parecieran ser solo una parte de lo que verdaderamente sucede en el interior de las granjas, planteando el interrogante acerca de cómo el mundo podrá responder hoy ante una eventual crisis como la ocurrida tres años atrás”, expresó el mercado rosarino.
Oferta y demanda
Aparentemente, este rebrote estaría ocurriendo por la aparición de una variante de la cepa original de la peste, que es menos letal, pero más contagiosa. A su vez, resulta más difícil de detectar por parte de los granjeros por lo que su diseminación sin una vacuna efectiva resulta inevitable.
A esto se suma como agravante el comercio ilegal de vacunas falsas contra la PPA. La aparición de estos medicamentos apócrifos es lo que terminó lanzando nuevas variantes de la peste, que se suman a las mutaciones naturales del virus, y que son más difíciles de diagnosticar que las del virus original.
Ante este escenario, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) ya corrigió de 8,3 a 8,5 millones de toneladas, el volumen de importaciones de carne de cerdo, pollo y vaca que China haría este año.
El problema es que la situación actual, según el Rosgan, es muy distinta a la de hace tres años. En primer término, la Unión Europea, que provee el 41 por ciento de la carne porcina que compra China, también está teniendo problemas para frenar la peste, ya que se propaga fundamentalmente a través de poblaciones de jabalíes salvajes, difíciles de controlar.
“La peste porcina africana aún no ha llegado a granjas porcinas (de Europa), pero el impacto en el mercado es un hecho. Desde el primer brote detectado en septiembre del año pasado, 10 países han suspendido las importaciones de productos porcinos alemanes, lo que ha derivado en modificaciones dentro del sector porcino europeo”, ejemplificó el Rosgan.
Vacas
El mercado descuenta que el gigante asiático importará más carne, incluyendo la vacuna, pero también los principales proveedores de China de este producto –Brasil, Australia y Argentina– están ante un escenario de oferta más limitada.
La fuerte demanda de China de los últimos años llevó a que haya una reducción de la oferta de ganado para faena: los principales oferentes del mercado mundial de carne vacuna transitan hoy ciclos de retención ganadera, un escenario completamente diferente al de tres años atrás.
“Por otra parte, los altos precios internos de la carne de cerdo en China producto del faltante ocasionado por la enfermedad, reducen la diferencia de precios contra la carne vacuna, llevando a más personas a inclinarse por esta alternativa, hasta entonces considerado producto de lujo. Esto conduce a un crecimiento en el consumo de carne vacuna que, de acuerdo a las últimas proyecciones del Usda, sería del seis por ciento anual, superando por primera vez las 10 millones de toneladas”, completó el Rosgan.
Bajo estas perspectivas, se proyecta un incremento en las importaciones de carne vacuna por parte de China de más del 11 por ciento, alcanzando los 3,1 millones de toneladas en 2021. Argentina, que tiene a China como su principal mercado de exportación, podría verse así beneficiada.
Fuente: Agrovoz