Argentina, único paÃs que desprotege la industria aceitera
La implementación por parte del Gobierno del “plan cuatro pesos” es difícil que se pueda subsanar en el tiempo.
A menos que algún funcionario recapacite por el daño efectuado y pueda tener, a la vez, cierta dosis de autocrítica y rever el error de la quita del diferencial arancelario entre la exportación de soja como grano y la de aceite y harina.
El margen en la alícuota, que muchos productores están erróneamente convencidos que fue un subsidio de los distintos gobiernos para que la industria aceitera se pudiera desarrollar, es una herramienta de política exterior para contrarrestar los aranceles a la importación que aplica el resto de los países, para proteger a sus industrias.
Por este motivo, por ejemplo, la Argentina no puede exportar aceite y harina de soja a China, y biodiésel a Estados Unidos y a Europa, por citar los casos más emblemáticos.
En la campaña 2016/17, las malas condiciones climáticas previas y durante la cosecha influyeron en una pésima calidad de los granos de soja, que quedaron fuera de grado y de estándar para poder ser exportados.
En ese momento, la industria aceitera dio un fuerte apoyo económico a aquellos productores con problemas de calidad, al reducir en forma drástica los descuentos que se deberían haber aplicado por estándar. Son más de cinco millones de toneladas sobre las que la industria aceitera flexibilizó su condición de entrega, para no castigar al productor, algo que los exportadores no hubieran podido realizar pues deben enviar el grano en condiciones de cámara. Aquí se ve entonces la importancia de poder contar con una industria eficiente y competitiva.
Números
Un reciente estudio realizado por la Bolsa de Cereales y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos estima que, el año próximo, la Argentina incrementará 340 por ciento la exportación de soja sin valor agregado. Esto significa una pérdida de ingresos equivalente a 3.600 millones de dólares.
El tema es muy simple: este año, las declaraciones juradas de ventas al exterior de soja poroto difícilmente lleguen a las tres millones de toneladas. Para la nueva campaña 2018/19, en pleno proceso de siembra, ya se están proyectando exportaciones de poroto por 15 millones de toneladas. El dato central es que el principal destino es China, y con la eliminación del diferencial de retenciones, el Gobierno está subsidiando a la industria aceitera del gigante asiático, quitándole toda protección al complejo sojero local.
Analizándolo desde el ingreso de divisas, el dato de relevancia es que, si se exportan 15 millones de toneladas de grano, el ingreso de divisas llegará a un total de 5.385 millones de dólares. Pero si esa soja se procesa para producir y exportar harina y aceite, el flujo asciende a 5.936 millones, es decir, 551 millones de dólares de diferencia que pierde el Gobierno.
Proyectando el mercado a 2019, habrá dos valores bien diferenciados: el de la soja condición cámara que pagarán los exportadores; y el de la soja fuera de estándar, que podrá ser recibida sólo por la industria, con los descuentos correspondientes.
Fuente: Pablo Andreani | AgroVoz