Siguen obstáculos para carnes argentinas en EE.UU.
Proyectos de ley apoyados por productores estadounidenses buscan demorar la habilitación de las carnes bovinas crudas de estos paÃÂses sudamericanos, que ya fuera aprobada por norma del USDA. Una puja que definirá cuándo podrán ingresar.
En el congreso estadounidense ya hay dos proyectos de ley, ambos con aprobación de una comisión, que apuntan a retardar el ingreso de las carnes vacunas crudas provenientes de Brasil y de la Argentina.
Ambas iniciativas, muy similares entre si, cuentan con la aprobación de la Comisión de Asignación de Presupuesto, en un caso de la Cámara de Representantes y en el otro de la de Senadores.
El propósito de ambos es retacear fondos al USDA y a sus dependencias para que no puedan avanzar en la habilitación del ingreso de la carne bovina, que ya fuera aprobado por norma del USDA, publicada a fin de junio en el boletín oficial, según publicó el sitio Valor Carne.
En un caso se le pide al Departamento de Agricultura que realice un análisis de riesgo actualizado y en otro que lo haga en forma cuantificada. En cualquier caso, podría significar una demora de hasta un año.
En Washington se cree que alguno de estos proyectos podría aprobarse hacia diciembre. Mientras tanto, el USDA sigue trabajando en las tareas pendientes para poner en funcionamiento la norma que está en vigencia. Hay quienes piensan que si la carne de los países sudamericanos puede empezar a entrar antes, digamos noviembre, la eventual ley que se apruebe sería ociosa.
El intento proteccionista de ambos proyectos de ley tiene difundido apoyo en el sector agropecuario. Pero también hay legisladores, funcionarios e incluso dirigentes agropecuarios que saben que, en medio de importantes negociaciones comerciales que lleva adelante EE.UU. (con los países del Pacífico y con la Unión Europea), este tipo de maniobras con la decisión de un organismo técnico como el APHIS, pone en entredicho la voluntad estadounidense para abrir sus mercados. Asimismo, valida procedimientos que sufren sus propios exportadores en otros países, especialmente en el área agroindustrial.
De alguna manera, ahora se puede ver como una carrera entre el avance de los proyectos de ley y el de los pasos que se necesitan para corporizar los embarques de carne desde 14 estados de Brasil y desde la Argentina no patagónica, de cuyo resultado dependerá cuándo estos dos países estarán en condiciones de vender su carne in natura en el mercado doméstico más grande del mundo.