Para Sierra, se viene un Niño más que terrible
Se intensificarán las condiciones del último año. Habrá más tormentas y perÃodos de intenso calor. Asà lo aseguró Eduardo Sierra, quien afirmó que a partir de la primavera tendremos un clima âmás llovedor y más perturbador".
Períodos de intensas lluvias, tormentas y granizos, alternados por entre dos y cinco semanas de sequía. Este es el efecto que tendrá en nuestra zona y en una gran parte de nuestro país El Niño, el fenómeno climatológico que regirá el estado del tiempo durante los próximos 12 meses en gran parte del planeta.
Así lo aseguró el ingeniero agrónomo, especialista en agroclimatología y catedrático de la UBA, Eduardo Sierra, quien afirmó que a partir de la primavera tendremos un clima “más llovedor y más perturbado, con períodos de seca, en el que pasaremos de una fase climática a la otra” en forma alternada y continua.
“Tenemos en marcha un episodio El Niño, como ya pasó el año pasado. Todo esto significa que tendremos mucha lluvia durante dos o tres semanas, seguidos de períodos -denominados bloqueos- más largos con una gran sequía. Aunque no se darán en forma pareja”, aclaró.
El profesional reconoció que las condiciones del tiempo serán similares a las del último año, pero mucho más intensas, con “rachas de lluvias que hasta podrían provocar inundaciones urbanas”.
“Si este Niño tiene los mismos efectos que está provocando en Norteamérica, nos va a traer varios problemas. Y para los agricultores argentinos, en este sentido puede ser un año de pérdida”, advirtió.
Según Sierra, para los cultivos de fina esta coyuntura puede resultar muy problemática, ya que un invierno cálido y húmedo favorece la aparición de problemas por enfermedades.
“En cambio, para la cosecha gruesa puede representar un año muy perturbado, pero con la posibilidad de tener grandes volúmenes de producción. Por otro lado, también se verá atrasada la siembra, se dificultarán y crecerán los costos de las aplicaciones de fungicidas y herbicidas, y se complicará la cosecha, con secado de granos y problemas de transporte y almacenaje”, enumeró.
“Durante la primavera, el verano y la primera parte del otoño, estas lluvias muy fuertes, con condiciones de granizo, aguaceros torrenciales, períodos de bloqueo en los que no llueve y hace un calor terrible también se están produciendo en Norteamérica; esto provocará que allá se atrase cosecha, y disminuyan la producción y la calidad, lo cual podría terminar siendo favorable para nuestro sector rural”, agregó.