Producción eficiente, aún en ambientes con limitantes
En Viale, Entre RÃos, la cabaña El Saralú ofrece reproductores Braford adaptados a las condiciones climáticas subtropicales. La demanda para hacer cruzas no solo se afianza en esas regiones, sino también en latitudes templadas.
Como se sabe, en las dos últimas décadas la ganadería sufrió una notoria pérdida de competitividad frente a la agricultura, marginándose a los campos más bajos y de menor productividad. Así, la actividad fue perdiendo competitividad, sufriendo un continuo proceso de descapitalización, que con el correr de los años dejó a muchos productores fuera del negocio, mientras que otros solo pudieron sobrevivir con mucho esfuerzo y con el poco capital que les fue quedando en el campo.
Pero en los últimos años, así como muchos se retiraron de la actividad, también fueron ingresando nuevos emprendedores formados como empresarios en otros rubros y con capital proveniente de actividades totalmente diferentes, que apostaron por la ganadería en un mal momento, y hoy aprovechan el repunte de la producción de carne en la Argentina.
Uno de esos casos es el de César Carnelos, titular de la cabaña El Saralú, ubicada a pocos metros de la localidad de Viale, en el centro-oeste de la provincia de Entre Ríos. Se trata de un comerciante e industrial que tenía un campo de 75 hectáreas, de las cuales 20 son de monte, en el que solo producía soja, hasta que la adopción de la raza Braford lo transformó en un exitoso cabañero, y su campo sojero terminó reconvirtiéndose en ganadero.
Según la Asociación Braford Argentina, se trata de la raza de mayor difusión del norte argentino, adaptada a las condiciones climáticas subtropicales, para producir con eficiencia carne de primera calidad, aún en ambientes con marcadas limitantes, afianzándose la demanda para hacer cruzas no solo en esas regiones, sino también en latitudes templadas.
Para conocer en detalle el trabajo con los reproductores Braford de El Saralú, Nuevo ABC Rural visitó el establecimiento.
Desde 2011 con los Braford
“Comenzamos con la cabaña en 2011, ya que tenía un campo con monte muy cerca de la localidad y me resultó cómodo poder estar cerca de las otras actividades comerciales que desarrollo, aprovechando el campo, primero como inversión y recreación, para luego apostar por la ganadería”, expresó Carnelos, cuya cabaña actualmente cuenta con 150 vientres Braford en producción.
“Al no ser ganadero de cuna o tradición, la elección de la raza fue a través de la parte visual; me impactó el animal, por lo que adquirí 49 vientres de una pequeña cabaña de la zona de Crespo (Entre Ríos) que estaba desarrollando la raza y que por problemas económicos decidió desprenderse de los animales”, comentó.
De esta manera, el entrevistado recordó que “entre el asesoramiento que me pudo dar esta persona para armar toda la infraestructura, en un campo que no tenía nada más que soja, y la ayuda recibida de otras cabañas y profesionales, pude ingresar en la ganadería, sin venir de una familia típica de campo y aprovechar las 20 hectáreas de monte”.
De tal modo, la salida de un productor de la ganadería terminó transformando a un comerciante en cabañero, y un campo sojero se reconvirtió en ganadero. “A partir de ese momento fuimos creciendo en base a compras en diferentes cabañas de punta; la segunda adquisición de ejemplares la realizamos en AgroActiva, lo que nos estimuló a inscribirnos en la Asociación Braford Argentina; me fui encariñando con la actividad y se fue despertando en mí la pasión por los animales, siendo una descarga a tierra de mi actividad comercial”, afirmó Carnelos.
“En poco tiempo, muy buenos resultados”
Como resultado, el ahora cabañero destacó que “en poco tiempo la cabaña pudo obtener muy buenos resultados en diferentes exposiciones de nivel internacional, ya que la manejamos como si fuera una industria”.
En ese sentido, señaló que “desde un primer momento participamos de la Exposición de Palermo, para ir haciendo contactos y familiarizarnos con el ambiente, obteniendo en 2013 el premio Reservado de Gran Campeón Hembra, lo que nos impulsó a seguir mejorando y compitiendo”.
De esta manera, en solo dos años, “El Saralú” logró estar a la altura de otros establecimientos con más de cien años de experiencia. “A fines de mayo nos fue muy bien en la Exposición Nacional Braford de la ciudad de Corrientes, donde obtuvimos los premios Reservado de Campeón Vaquillona Menor y Reservado de Campeón Vaca Menor”, describió el entrevistado.
Producir la mayor cantidad de carne posible
En cuanto al trabajo en general sobre la raza en los últimos años, la Asociación Braford Argentina, destacó la uniformidad y mejoramiento de sus cualidades, como corrección estructural, definición racial, atributos de genitales externos asociados con la fertilidad, datos de capacidad de crecimiento y la uniformidad en cuanto a tipo y pigmentación, atributos que se buscan mucho en la raza, porque están asociados a la adaptación a las condiciones ambientales propias de las zonas subtropicales.
Como en las razas carniceras se busca producir la mayor cantidad de carne posible, los productores de Braford buscan tener mucho más terneros, buena capacidad de crecimiento y buena calidad de carne.
En esa línea de trabajo, Carnelos, indicó que “nuestra idea es generar un animal precoz, de fácil engorde y buen cruzamiento, ya que la rusticidad viene incorporada con la raza, manteniendo el patrón racial del Braford, aunque el ámbito del monte permite fortalecer la rusticidad, preparando animales de gran calidad carnicera para cualquier tipo de ambiente, por más rústico que sea”.
Sobre la reproducción, manifestó que “siempre realizamos Inseminación a Tiempo Fijo (IATF); desde 2014 hacemos transplante embrionario y ya estamos trabajando con donantes propios, a través del asesoramiento de algunos de los mejores profesionales de nuestro país”.
Alimentación aprovechando el monte y sanidad
Acerca de la alimentación, el cabañero dijo que los terneros se destetan a los seis meses, yendo a un corral donde se separan macho y hembra con una dieta específica. Luego, al año, se pasan a otros corrales para terminar el crecimiento hasta los 18 meses, cuando la hembra entra en servicio. “El macho va al monte desde fines de noviembre cuando terminan las ventas, hasta los primeros días de enero y luego se mantiene a corral a base de silo de maíz”, explicó. “Pero todo el rodeo va al monte durante la primavera y el verano para mantener el sistema y fortalecer la rusticidad, consumiendo pastos naturales, siendo un lugar bien despejado y preparado, ya que se van realizando parcelas para cuidar el sobrepastoreo y aprovechar mejor el forraje natural de un monte muy productivo”, destacó el entrevistado.
Sanitariamente, afirmó que es un establecimiento libre de brucelosis y tuberculosis, característica heredada de la cabaña anterior. “El Braford, debido a su rusticidad, no tiene problemas de enfermedades oculares, siendo una característica distintiva de la raza”, aseguró Carnelos.
Demanda subtropical, pero también templada
- ¿Cómo vienen las ventas?
- El año pasado muy bien, porque vendimos prácticamente todos los animales disponibles, con dos años de edad y 550-600 kilos de peso en machos, mientras que estamos reteniendo la mayor cantidad de hembras posibles para seguir creciendo.
- ¿De donde proviene la demanda?
- De rodeos pequeños incluso de zonas templadas, ya que buscan al Braford para cruzamiento, debido a su facilidad de parto, buscando agrandar y mejorar el rodeo, a través de la compra de un buen toro. Además, muchos tambos de la zona compran las vacas que no son de pedigree y que no quedan de reposición para la cabaña, para transformar su caja de ahorro en carne; entonces en vez de incorporar más vacas de tambos, por no poder continuar agrandándose en la lechería, el tambero se capitaliza con la producción de carne. Por eso la demanda no solo se afianza en regiones subtropicales, sino también en latitudes templadas para hacer cruzas.
- ¿Qué valor tienen los reproductores?
- El equivalente a unos mil kilos de ternero, por lo que este año tienen que partir con una base de 25.000 pesos.
Actividad con gran calidad humana y apuesta a futuro
- ¿Cómo ves a la ganadería?
- Es una actividad donde se trata con otro tipo de gente, con otra calidad humana, muy distinta al ámbito comercial e industrial donde todo es más frío. En tiempos donde los costos fijos son muy importantes, es una gran apuesta a futuro. Pero con los precios actuales hoy se puede trabajar bien y reinvertir en la actividad.
- ¿Qué objetivos te planteaste dentro de la actividad?
- Seguir creciendo, incorporar algún campo nuevo y llegar a tener una cantidad de vientres importante como para que el negocio sea mucho más tentador.
Fuente: Luciano Venini - Diario ABC RURAL