La invernada teme un efecto “puerta 12”
El bajo precio del maÃz motiva a los productores a realizar âfeedlotsâ caseros o de ocasión. Los engordes más eficientes admiten que una mayor oferta podrÃa recortar sus precios.
En un reciente seminario, un asesor de feedlots afirmó que los motivos de la gran firmeza de la invernada habría que buscarlos en tres factores.
FACTORES DE LA FIRMEZA
Primer factor
El primero, y más obvio, es la relación inéditamente favorable entre la hacienda y el maíz, que induce a miles de productores agrícolas o mixtos a comprar terneros y engordarlos. Es una salida económica decorosa para un cultivo que prácticamente no deja margen. Esta operatoria crece a medida que nos alejamos de los puertos con relaciones novillito/maíz que llegan hasta a 30 a 1, ratio nunca visto antes en la Argentina. En algunos casos, en el NEA y NOA se vende el maíz entre 500 y 600 pesos la tonelada: relación 40/1. Mientras tanto, la cantidad de terneros puestos en venta, que se estima que son la mitad de lo destetado a nivel nacional, cayó en 350 mil cabezas en relación al año anterior. “Si los propietarios de 1,5 millones de toneladas de maíz, o sea una fracción de la cosecha de este grano, salen a comprar terneros para convertir maíz en carne, necesitan para ello 1,0 millón de terneros adicionales, que no están, razón de1.500 kilos de maíz por cabeza”, comparó en analista.
La presión es enorme y sólo cede cuando el precio de la invernada es tan alto que termina arruinando el resultado económico del encierre. El bajo precio del maíz y la tendencia de miles de productores (y criadores) a convertir grano en carne en feedlots caseros es una mala noticia para los engordes más profesionales u “organizados”. Temen que muchos de esos miles de terneros engordados en esos feedlots , sin ningún tipo de medición de eficiencia, terminen en una sobreoferta de hacienda liviana de consumo (efecto puerta 12) en algún momento del segundo semestre. “Hoy los números del encierre dan muy justo o no dan porque si bien el precio del maíz es anormalmente bajo, el precio de la invernada es muy alto y los altos costos salariales, energéticos y de fletes terminan neutralizando un negocio, que puede terminar mal en el segundo semestre, como consecuencia de una sobreoferta de gordo liviano. El feedlot organizado encerró este año más hacienda que el año pasado, como consecuencia de lasobreoferta de terneros que hubo en marzo-abril último, a causa de la seca en la provincia de Buenos Aires”.
Segundo factor
El segundo factor sería el hecho de que una proporción cada vez mayor del engorde a corral está en manos de matarifes o de dueños de frigoríficos, que deben obligatoriamente reponer a medida que venden el gordo, inclusive fuera de la época de zafra, para mantener su rueda comercial y financiera. Hoy gran parte de esos operadores va a Liniers, o al directo, sólo a “completar” lo que necesita para su faena diaria; porque la mayor parte de lo que necesita ya lo tiene en sus propios corrales o en hotelería. Esto le quita presión al mercado del gordo, pero le da un impulso notable al mercado de la invernada.
En Estados Unidos han estudiado en los últimos años la conducta de los grandes frigoríficos, que llegaron a tener enormes volúmenes de “oferta cautiva” de hacienda propia en los feedlot s, como una manera de regular el precio del gordo. En algún caso, hace algunos años, se obligó a los frigoríficos a limitar el número de cabezas propias encerradas. En la Argentina, no puede decirse que esta conducta de matarifes y frigoríficos afecte el libre funcionamiento de los mercados. Pero es visible que decenas de compradores importantes de hacienda liviana dependen hoy menos que antes del mercado del gordo.
Tercer factor
El tercer factor , que el asesor expresó a modo de hipótesis, es el hecho de que hay muchos engordadores que, comprando un destete pesado, hacen un ciclo en engorde de hasta cuatro meses. Esto los obliga a reponer con más frecuencia que si el ciclo de encierre durara cinco meses o si se recriara el ternero a pasto, lo que alarga el ciclo y demora el momento de tener que volver a reponer.
* Analista del mercado
Fuente: Ignacio Iriarte* | La Voz del Interior