Cayeron las ventas de fertilizantes por más de 17%
Se vendieron 84.000 toneladas menos en los primeros cinco meses del año. Las empresas acumulan perdidas por US$ 38 millones.
Pese a la cosecha récord de soja, la pérdida de rentabilidad en el campo por los bajos precios de sus productos, la presión impositiva y el atraso cambiario golpean cada vez con más fuerza en la venta de insumos clave para producir. Entre enero y mayo pasados, los despachos de fertilizantes de las grandes empresas del rubro retrocedieron 17,5% respecto de igual período del año pasado.
Entre enero y mayo de 2014, el consumo de estos insumos había totalizado 480.000 toneladas. Según datos de Fertilizar, una entidad que agrupa a firmas de este negocio, incluyendo números provisorios de mayo, en los primeros cinco meses de 2015 se alcanzaron 396.000 toneladas. Fueron 84.000 toneladas menos o una reducción del 17,5%. Por esa baja, las compañías del rubro se perdieron de facturar unos US$ 38 millones.
Desagregada la merma por cultivos, se vendieron 30.000 toneladas menos para la fertilización de maíz tardío en enero [cultivo que se siembra más tarde que en las fechas habituales], cayó en 20.000 toneladas para pasturas en febrero/abril y bajó en 34.000 toneladas para el inicio de la campaña de trigo en mayo.
En la baja para el maíz influyó el precio poco atractivo del cereal, que perdió más de 20% entre una campaña y otra. Y en la retracción para pasturas, hubo una combinación de sequía e inundaciones en algunas regiones. Mientras tanto, en trigo fue determinante la incertidumbre con la cual llegó el productor a la campaña, ya que con los valores actuales el cultivo no es rentable.
En este contexto, los productores fueron postergando las decisiones de siembra y hoy el resultado final para el trigo, a estas alturas de junio, está abierto. Si bien la Bolsa de Cereales de Buenos Aires prevé, con 4,1 millones de hectáreas, una caída del 7% en la superficie respecto del año pasado, en el sector privado otras fuentes no descartan un recorte superior al 15 por ciento.
Respecto del trigo, con la disminución de 34.000 toneladas ya registrada en las empresas anticipan que el consumo de fertilizantes en toda la campaña caerá por lo menos 10% respecto del año pasado, cuando el consumo total para este cultivo fue de unas 770.000 toneladas de fertilizantes.
"En mayo nadie movió nada. Ahora el productor se prepara para sembrar en junio y para el sudeste bonaerense -principal región triguera- se están despachando fertilizantes, pero hay una demora que no se recupera. Como mínimo, ya hay un 10% menos en la campaña", señaló Jorge Bassi, presidente de Fertilizar.
Para Eddy Fay, director de OCP, la campaña se está empezando tarde porque los productores aún tienen soja y maíz que recolectar de sus campos, en muchos casos bajo agua, y además "esperan a último momento para decidir sembrar trigo".
"En trigo no darían los números si no hay un cambio en las retenciones o en el tipo de cambio", expresó. El negocio para los fertilizantes también parece estar teñido por el escenario electoral y la percepción del productor sobre quién podría asumir en la Casa Rosada el próximo 10 de diciembre. Hay expectativa por las señales de la política hacia el campo.
"Con las PASO se va a ir definiendo un poco más el panorama, pero los candidatos a presidente van a tener que ser más precisos", opinó Fay.
Al margen de la merma del volumen de fertilizantes, también se observa una retracción en el uso de la tecnología en otras cuestiones básicas. Por ejemplo, en las empresas registran una caída hasta en el uso de los análisis de suelo, que cuestan de 2 a 3 dólares por hectárea, claves para diagnosticar la fertilidad.
"Lo del análisis del suelo es un indicador del estado de ánimo del productor. Todo lo que pueda recortar de costos y de tecnología lo va hacer", señaló Marco Prenna, subdirector de insumos agropecuarios de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA).
A todo esto, hoy en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados se tratará un proyecto del diputado Luis Basterra (FPV-Formosa) que promueve deducir como gasto del impuesto a las ganancias el 100% de la inversión en fertilizantes.
Fuente: La Nación