Potencial de Argentina para aumentar la producción de granos
Se ha demostrado que la Argentina tiene un gran potencial para el aumento de la producción agrÃcola mediante el cierre de las brechas de rendimiento existentes.
En el “Simposio Fertilidad 2015”, que organizan Fertilizar Asociación Civil y el IPNI Cono Sur, se llevó a cabo un panel referido a cómo estamos y cómo podemos mejorar la producción de granos.
ATLAS MUNDIAL DE BRECHAS DE RENDIMIENTO
Allí el Ing. Agr. Fernando Aramburu Merlos, del CONICET y la Unidad Integrada INTA – Facultad de Ciencia Agrarias (FCA) de Balcarce, destacó que investigadores de la Universidad de Nebraska (Estados Unidos) y Wageningen (Países Bajos), liderados por los Dres. Kenneth Cassman y Martin van Ittersum, están desarrollando un esfuerzo internacional para crear un Atlas Mundial de Brechas de Rendimiento.
Se trata de un avanzado sistema de modelación de cultivos y mapeo agroclimático usado para cuantificar cuánto alimento adicional puede ser producido al reducir las brechas entre el rendimiento promedio logrado por los pro¬ductores y el rendimiento potencial que se define a partir del clima, genotipo y suelo para condiciones de secano.
A través de su sitio web (www.yieldgap.org), el Atlas provee el primer mapa global interactivo de rendimientos potenciales y brechas de rendimien¬tos para los principales cultivos, basado en un protocolo transparente, replicable y conocimiento agronómico.
En este sentido, Aramburu Merlos precisó que “el rendimiento potencial está determinado por la radiación, la temperatura, la oferta de agua, el genotipo, la fecha de siembra y la densidad de plantas, mientras que el logrado por los productores está limitado por la influencia de la pobre nutrición de los cultivos, así como por la incidencia de enfermedades, insectos y malezas, entre otros factores adversos”.
AUMENTO DE LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN ARGENTINA
Los resultados del análisis de brechas de rendimiento en Argentina están disponibles en el sitio web www.yieldgap.org, y muestran variaciones sustanciales de rendimiento potencial entre distintas localidades.
Los rendimientos alcanzables para Argentina, en secano, fueron, respectivamente de 3,9, 5,2 y 11,6 ton/ha para soja, trigo y maíz, siendo las brechas de rendimiento de 1,2, 2,2 y 4,8 ton/ha para cada uno de esos cultivos, respectivamente. La brecha de rendimiento fue considerablemente menor en soja (31%), que en trigo y maíz (41%), esta diferencia se dio en todas las regiones.
Aramburu Merlos destacó que “nuestro análisis ha demostrado que la Argentina tiene un gran potencial para el aumento de la producción agrícola mediante el cierre de las brechas de rendimiento existentes, ya que los rendimientos reales son significativamente más bajos que el rendimiento alcanzable”.
RELEVAMIENTO DE TECNOLOGÍA AGRÍCOLA APLICADA
Por otro lado, Juan Martín Brihetde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires explicó cómo, desde 2011, la entidad comenzó a realizar el Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA), que se realiza cada 2 años, a campaña cerrada y que caracteriza la situación tecnológico-productiva de la Argentina de forma periódica, sobre la base de 6 cultivos en 17 regiones agroecológicas en las que se dividió el país y creó el concepto de Nivel Tecnológico (NT).
La noción de NT considera tanto al manejo agronómico como al nivel de insumos utilizado, de forma tal de identificar con un alto grado de detalle la adopción de tecnología en nuestro país. Esto último se desarrolla en el ReTAA para cada cultivo y cada una de las regiones, categorizado en tres niveles distintos –alto, medio y bajo–, que refleja el grado tecnológico del planteo utilizado, cada uno con una estructura de más de 60 variables que abarcan desde el tipo de labranza y la semilla utilizada a la siembra, hasta la fertilización, rotación y el manejo de fitosanitarios.
En este marco, si se analiza la nutrición de cultivos y reposición de nutrientes, Brihet sostuvo que en el ciclo 2012/13, si se analiza el balance de nutrientes en nuestro país en base a datos del ReTAA para la campaña 2012/13, el resultado devuelve una reposición del 54% en P, del 25% en N y del 28% en S. Estos valores responden al análisis puntual de los cuatro principales cultivos de grano, bajo el modelo de “caja negra”, utilizando el balance entre los nutrientes extraídos en el grano cosechado y los repuestos al suelo por fertilización durante el ciclo del cultivo.
Depende el tipo de cultivo
Por otro lado, esto también responde al tipo de cultivo que se analice: para el ciclo 2012/13, del total de fertilizantes nitrogenados, el 54% se aplicó en maíz, mientras que el 22% y 19% fueron para trigo y cebada, respectivamente. Es para destacar que tres de los seis cultivos relevados concentran el 95% de la aplicación de productos nitrogenados, siendo todos ellos cereales.
Respecto de la aplicación de P, el panorama cambia y el mayor porcentaje se observó en soja, con un 48% de aplicación del total de productos fosforados. Luego se ubicó el maíz con el 27% en este rubro, y detrás el trigo y la cebada, ambos con valores alrededor del 10% sobre el total aplicado. Sin embargo, las dosis de P es baja en todos los cultivos y aún tiene mucho por crecer.
Fuente: MasCom
Fuente: Fyo