Preocupación por la devaluación de Brasil
Los empresarios, especialmente los sectores exportadores, encendieron una señal de alerta, ya que podrÃan verse mucho más afectadas su ventas este año. La devaluación del real suma un 15% en lo que va del año.
Aunque la decisión oficial es mantener anclado el tipo de cambio para contener la inflación este año, el Gobierno reconoció su preocupación por el escenario político y económico que está atravesando Brasil y que tendrá impacto en la Argentina por ser su principal socio comercial. A su vez, la UIA también planteó su inquietud por este escenario y reclamó medidas para contener los costos industriales y hacer más competitivos los diferentes sectores manufactureros. Impulsar una moderación de los reclamos salariales, en un contexto de desaceleración inflacionaria, se enmarca en este pedido de la dirigencia, según publicó El Cronista.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se refirió ayer al contexto brasileño y sostuvo que el Gobierno "mira con atención" las medidas de ajuste implementadas y defendidas por la mandataria Dilma Rousseff el domingo pasado. "Lo miramos con atención. Uno no puede evitar que el primus inter pares en el Mercosur esté produciendo las acciones que está produciendo", manifestó el funcionario, quien agregó: "Las medidas que anunció la presidenta Rousseff son duras. Uno no deja de mirarlo con preocupación y con vocación de que eso no suceda en ningún lugar".
La preocupación por las medidas de ajuste en Brasil, su impacto en la economía y la consecuente devaluación del real (15% en lo que va del año), que se aceleró fuerte en la última semana, excede al Gobierno. Los empresarios, especialmente los sectores exportadores, encendieron una señal de alerta, ya que podrían verse mucho más afectadas su ventas este año.
La UIA debatió al respecto en su reunión de comité ejecutivo realizada ayer por la tarde, en la que el economista del Centro de Estudios Económicos (CEU), Diego Coatz, mostró que el tipo de cambio bilateral está en el nivel más bajo desde 2007 y que los pronósticos de actividad en el vecino país para 2015 son poco alentadores.
Coatz presentó el informe de actividad industrial de 2014, que refleja una caída de 2,7% en términos interanuales, con estancamiento y retracción en la mayoría de los sectores.
El sector automotriz fue el más afectado, con una merma en la producción del 22% debido a recesión en el mercado interno y caída en las exportaciones. En la reunión de ayer, el titular de FIAT, Cristiano Rattazzi, se mostró preocupado por la caída de los pedidos de Brasil que podría traer aparejado un agravamiento del contexto en ese país.
Con respecto a las perspectivas para este año, la UIA prevé "continuidad de la fase contractiva, con un arrastre estadístico del -1,5%". "Con pronósticos poco alentadores para Brasil y un mercado interno local que se mantendrá estable, las proyecciones para todo 2015 son magras, apuntando hacia un amesetamiento de la producción en un rango del -0,5% al 0,5%", puntualiza el documento de la central industrial.
A su vez, planteó que "en un escenario macro signado por una tasa de interés que esté por encima de la tasa de devaluación y la utilización del tipo de cambio como el instrumento principal para moderar la inflación, los esfuerzos de la política pública deberían estar orientados a contener el incremento de los costos industriales, habilitando incentivos específicos de acuerdo a los desafíos de cada rubro". También agregó que la actividad industrial dependerá de la disponibilidad de divisas para pagar las importaciones.
Los empresarios saben perfectamente que una devaluación fuerte del peso se traduce en una aceleración inflacionaria que rápidamente absorbe la competitividad ganada por la medida. Por eso, apuntan a trabajar para evitar la proliferación de tasas e impuestos a nivel nacional, provincial y municipal; la demora en el recupero de saldos impositivos; el no ajuste por inflación; el incremento de la litigiosidad y el ausentismo; la demora para cancelar pagos de importaciones, costos ambientales sin una contraprestación clara, entre otros. Según la UIA, estos factores terminarán impactando negativamente cada vez en más sectores que están condicionados por la menor competitividad, lo que "sumado a un contexto aún incierto de evolución futura de precios y salarios compromete las expectativas de ingresos y rentabilidad de cara al 2015", según la entidad.
