La balanza comercial cayó en 2014 al nivel más bajo
Pese a la devaluación y las trabas, se desplomaron las exportaciones y las importaciones; el intercambio con el exterior, el más bajo desde la crisis de 2009
Hubo números levemente positivos. Sin embargo, el saldo que queda si se suman las exportaciones y se restan las importaciones en todo 2014 registró el peor superávit comercial desde 2001, año en el que la Argentina ingresaba en la peor crisis de su historia y cuando aún la economía estaba regida por la convertibilidad. Pese a las consecuencias de la devaluación y de las trabas a las importaciones, la entrada de divisas se desplomó.
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De acuerdo con los datos publicados ayer en el informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA) elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el saldo comercial del año último fue de US$ 6686 millones. Se trata de un retroceso de un 16,5% en relación con el mismo dato de 2013. Para encontrar un número más bajo hay que ir a diciembre de 2001, cuando el superávit fue de US$ 6281 millones.
El intercambio total de mercancías -suma de importaciones y exportaciones- tuvo la mayor caída desde la crisis de 2009, con una baja interanual de un 11,7 por ciento. Pese a la devaluación de más de 25% de enero de 2014, las exportaciones mostraron un freno de 11,9% en el año como consecuencia de la recesión, la menor demanda de Brasil y la baja de los precios de algunas commodities. En los últimos meses del año, la elevada inflación y la política monetaria volvieron a promover un atraso cambiario que ya perjudica a algunos sectores y a varias economías regionales.
Las importaciones, en sintonía, retrocedieron 11,4% en 2014 debido principalmente a acentuación de las restricciones externas que impuso la Secretaría de Comercio dirigida por Augusto Costa y a la menor actividad registrada en el país.
El saldo de diciembre fue de US$ 74 millones de dólares, 30,8% menor al registrado en el mismo mes de 2013 (US$ 107 millones). Las ventas al exterior se redujeron 13%; las compras al extranjero cayeron 12,8 por ciento.
UNA HISTORIA DE CEPOS
A fines de 2013, luego de la corrida cambiaria que dejó al Banco Central (BCRA) con cerca de US$ 11.000 millones menos de reservas debido a la elevada inflación y las expectativas de "corrimientos cambiarios", las restricciones al comercio exterior se agudizaron. La situación empeoró durante el año pasado: en el primer semestre cayó la inversión extranjera directa -según Cepal- 24% en el país en momentos en que el Gobierno era incapaz de cerrar un acuerdo con los holdouts que le otorgara la posibilidad de volver a endeudarse en los mercados voluntarios.
Las trabas a la entrada de insumos básicos importados produjeron faltantes en varios sectores, algunos vitales como los vinculados a la salud. El último escándalo se generó días atrás cuando Costa denunció "una especie de corrida contra el tampón" ante el desabastecimiento del producto de higiene femenina.
Las trabas también golpearon a la industria nacional. Muchos de los insumos clave para que la manufactura produzca no llegaban a las fábricas. A las trabas burocráticas de la Declaración Jurada Anticipada (DJAI) se sumó una estricta "cuotificación" de divisas impuesta por el Banco Central, que desplomó de las industrias de electrónicos, electrodomésticos y autos.
El economista de Abeceb.com Mauricio Claverí estimó que no está claro qué impulsó la caída de importaciones. "Es difícil medir con exactitud por qué se gastó menos. No es posible saber cuánto se debe a las trabas y cuánto a la caída del nivel de actividad interno", estimó. Martín Vauthier, economista de Bein & Asociados recordó que en los últimos meses el Gobierno se hizo de más divisas por el swap chino y las licitaciones 3G y 4G. "Debido a esto las importaciones de diciembre estuvieron al margen. Se aflojaron algo las DJAI", matizó. Vauthier puso como ejemplo la mejora de los cupos en enero de importación para Tierra del Fuego y la industria de motovehículos.
El retroceso de las ventas al exterior fue impulsado por el atraso cambiario en un año de alta inflación, la recesión y la caída de los valores de las commodities. "Hubo pérdida de competitividad, baja de precios de productos primarios y manufactura industrial, y una merma de la oferta productiva", señaló Jorge Todesca, director de Finsoport.
Con la colaboración de Paloma Bigio
Fuente: La Nación