Advierten por la baja calidad del trigo
Productores optaron por sembrar masivamente variedades de alto potencial de rinde que aportan volumen a cambio de resignar calidad panadera.
El aspecto más relevante del default triguero argentino es la caída abrupta del volumen del producción que terminó regalando el mercado brasileño del cereal a EE.UU. Pero existe un factor –no tan conocido– que también hace mucho ruido: el derrumbe de la calidad.
UN PROCESO QUE SE INICIÓ EN 2006
La intervención oficial del mercado de trigo –iniciada en 2006 y reforzada en 2008– contribuyó a desactivar todos los programas y acuerdos privados orientados a sembrar cultivares de calidad superior.
Con precios deprimidos los productores de las principales zonas trigueras argentinas optaron por sembrar masivamente variedades de alto potencial de rinde que, por sus características, aportan volumen a cambio de resignar calidad panadera.
Investigadores del INTA Barrow detectaron que en las zonas sudeste, sur y sudoeste de Buenos Aires el nivel promedio de proteína no lograr superar el 11% desde la campaña 2010/11 (cuando, en años climáticos óptimos, lo habitual era que superasen el 12%).
COMPLICACIONES ENORMES A LOS TÉCNICOS
Los niveles de gluten húmeda de la harina, que en promedio solían superar con facilidad el 30%, desde 2010/11 comenzaron a derrumbarse hasta ubicarse en niveles inferiores al 25%. La misma tendencia se registró con la fuerza panadera (que no logra superar los 225 cuando anteriormente lograba niveles mayores a 300 en situaciones climáticas normales).
Tal fenómeno genera complicaciones enormes a los técnicos de la industria molinera y panificadora, quienes deben mezclar diferentes trigos y aditivos para lograr un producto de calidad razonable (especialmente en lo que respecta a harinas estandarizadas que se emplean en procesos industriales).
Fuente: Valor Soja