Son alentadoras las perspectivas para el sector apícola
Se estima que en Argentina hay unos 25.000 productores apÃcolas, que mantienen 3.000.000 de colmenas, siendo el paÃs de mayor cantidad de América del Sur.
Una gran parte de las mismas están en provincia de Buenos Aires y el resto se lo reparten Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Entre Ríos. Además, la cadena apícola sostiene económicamente a casi 100.000 familias, sumando otros actores vinculados a la comercialización de estos productos e insumos.
El especialista en apicultura, Norberto García Girou, habló de la situación actual del mercado de la miel en Argentina y su correspondencia con el plano internacional. En esa línea remarcó que “evidentemente en los últimos años hubo un posicionamiento muy importante en el mercado de los Estados Unidos a nivel de precios, que otros destinos debieron seguir, porque caso contrario, se quedaban sin nuestra producción”. Destacó que “la miel argentina está haciendo punta, por la buena calidad que manejamos y respondiendo a las exigencias de los compradores. La crisis de los nitrofuranos nos cambió y nos volvió mejores productores con el transcurrir de los años y en consecuencia, desde entonces, venimos evolucionando. Igualmente resta mucho por hacer, porque una cosa es llegar y otra muy diferente es tratar de mantenerse”.
En cuanto a los precios, el especialista sostuvo que “la suba no es ‘golondrina’, esto vino para quedarse y nos quedan buenos precios de un producto escaso y difícil de obtener. En el mediano plazo, mientras sigamos haciendo bien las cosas, se pueden conseguir mejores precios e incrementar nuestra rentabilidad. La miel en el mundo falta y la de calidad falta todavía más y no hay nada que pueda cambiar mucho esta situación. Las dificultades para producir existen a nivel mundial y la demanda aumenta cada vez más y en consecuencia esto favorece a los productores”.
Cuando se lo consultó si China es la competencia para Argentina, en diálogo con Portal Apícola, Garcia Girou explicó que “la miel de ese país vale menos y si nosotros nos equivocamos con nuestra producción, podemos seguir ese mismo camino. Ellos manejan otros estándares de calidad y en consecuencia, otros compradores. Cuando se compra un producto caro como la miel, obviamente las exigencias aumentan y debemos trabajar en ese sentido, manteniendo la calidad. En economías estables, a las que nosotros les mandamos nuestra producción, debieron aumentar mucho (el precio) la miel en las góndolas y ellos no están acostumbrados a eso y en consecuencia exigen cada vez más”.
El especialista acotó que “Europa, con Alemania a la cabeza, importa el 8% de nuestra producción, pero la realidad es que Argentina se quedó solamente con los nichos de alta calidad que están dispuestos a pagar lo que nosotros pedimos en proporción a lo que producimos… Hay que ser muy responsables con lo que le echamos a la colmena y creo que en general, los apicultores son responsables en ese punto. Pero además, debemos conocer sobre las drogas y la residualidad de las mismas, como así también sobre las exigencias del mercado y si no lo conocemos, debemos consultar a un técnico apícola”.
Para finalizar, destacó que en la última zafra se habría alcanzado las 60.000 toneladas y destacó que aunque son solamente estimaciones, todo indica que estos serán los rindes que se darán en los próximos años también.