El crecimiento de la producción de alimentos es desigual
Entre 1990 y 2010, las regiones Andina, Sur y Central mostraron altas tasas de incremento. En tanto, en el Caribe creció menos debido a caÃdas en la producción de hortalizas y estancamiento de la cosecha de granos.
Si bien las últimas dos décadas, se registró un incremento de la producción alimentaria en las Américas, este crecimiento fue desigual en las regiones y países, según sean importadores o exportadores netos de alimentos.
Entre 1990 y 2010, las regiones Andina, Sur y Central mostraron altas tasas de incremento de la producción, en tanto que el Caribe creció menos, debido a caídas en la producción de hortalizas y estancamiento de la producción de granos.
Los datos provienen del informe “Situación de la seguridad alimentaria en las Américas”, elaborado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) a solicitud de la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
El documento facilitará las conversaciones sobre seguridad alimentaria de los países, durante la XLII Asamblea General de la OEA, esta semana en Cochabamba, Bolivia.
En forma paralela al incremento en la producción de alimentos, en las Américas también han aumentado las importaciones de estos bienes y la dependencia de los mercados internacionales, a un ritmo incluso mayor que el crecimiento de la producción.
De acuerdo con especialistas del IICA, los riesgos de esta situación son variables, pues mientras las regiones Norte y Sur tienen prácticamente asegurada la disponibilidad de alimentos para su población, los demás grupos de países, y sobre todo el Caribe, presentan una elevada dependencia de las importaciones.
El informe recomienda aumentar la inversión agrícola, estimular la investigación, extensión y transferencia de tecnología, fortalecer la agricultura familiar y de pequeña escala y mejorar el acceso de los pequeños y medianos productores a los mercados.
“Consideramos que es clave respaldar la agricultura familiar y de pequeña y mediana escala, por su aporte en la producción de alimentos y porque genera empleo, multiplica los ingresos rurales y ayuda a paliar la pobreza”, ha recalcado el Director General del IICA, Víctor M. Villalobos.
En el período 1990-2010, América Latina y el Caribe (ALC) presentó una mejoría sostenida del Índice General del Hambre, calculado por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI, por sus siglas en inglés).
En general, la mayoría de países están en situación de baja o moderada inseguridad alimentaria, pero la desnutrición es crítica en Haití (la vive el 58% de la población) y demanda atención en Bolivia, Guatemala, Nicaragua, República Dominicana, Ecuador y Panamá, donde la experimentan uno de cada seis habitantes.
Según sus reservas monetarias internacionales (RMI), las regiones importadoras netas de alimentos en ALC tienen hoy capacidad para financiar sus importaciones (en general, las RMI cubren entre 43 y 98 meses de importación, siendo 12 meses el mínimo recomendado), aunque Haití, Santa Lucía, República Dominicana y Nicaragua tendrían, ante eventualidades, poca liquidez para adquirir alimentos en mercados internacionales.
En el Caribe, las importaciones netas de alimentos representan entre 2% y 10% del producto interno bruto (PIB), por lo que esta región es la más vulnerable del hemisferio en términos de acceso internacional a dichos bienes.
Además de estos elementos, el acceso individual (consumo de alimentos por persona) también está condicionado por factores como la pobreza, la inequidad en la distribución del ingreso y los procesos inflacionarios en ALC.
Las dietas poco saludables, los niveles crecientes de obesidad y los retos pendientes en acceso a agua potable y saneamiento, así como a servicios médicos y a sistemas de sanidad e inocuidad de los alimentos, se agregan a los temas que ALC debe mejorar para lograr la seguridad alimentaria.
Alcanzar este objetivo también depende de las estrategias que desarrollen los países hemisféricos para mitigar y adaptar la producción agropecuaria y la agroindustria al cambio climático, que en el mediano y largo plazo amenaza la disponibilidad de alimentos para la población.
Infocmapo