Stock de hacienda creció sólo un 1,3% en el último año
De marzo de 2011 al mismo mes de 2014 se recuperaron sólo el 38% del rodeo total y el 60% del rodeo de vacas que se perdieron entre 2008 y 2011.
Las últimas cifras sobre ganadería no lucen alentadoras: en los últimos tres años (de marzo de 2011 al mismo mes de 2014) se recuperaron sólo el 38% del rodeo total y el 60% del rodeo de vacas que se perdieron entre 2008 y 2011.
Así, la recuperación ganadera se ralentizó en el último ciclo. En efecto, el stock total de hacienda se expandió un 1,3% y el de vacas un 1,6% entre 2013 y 2014, reduciéndose a la mitad las tasas logradas respecto a las de los dos ciclos previos. Los datos surgen de un informe elaborado por Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre, del Ieral, instituto de investigaciones económicas de la Fundación Mediterránea.
En ese sentido, señala que no sólo no se lograron retornar a los niveles pre crisis, sino que además la recuperación ganadera se ha ralentizado en el último ciclo y que en algunas provincias, caso de Córdoba, la recuperación directamente se ha interrumpido.
Según se explicó en el informe, la ralentización del crecimiento se corresponde plenamente con la suba de costos observada durante 2012/2013 y el deterioro consecuente de la ecuación económica de los productores. Hacia octubre de 2013 los márgenes brutos medidos en términos reales (corregidos por inflación) se mostraban en niveles similares a momentos previos a la liquidación bovina de 2007-2010.
Recuperación de precios
Con la recuperación de precios observada en el último medio año, los márgenes ganaderos medidos en términos reales corrigieron parte del poder adquisitivo perdido. Sin embargo, en términos reales, aún se encuentran bastante por debajo de los márgenes registrados en el período reciente de mayor bonanza de la cadena (primer semestre de 2011).
La cadena podría producir mucho más carne con el mismo stock de animales que actualmente posee. Sólo se requeriría volver a generar incentivos a los engordadores para agregar más kilos a los animales enviados a faena. En esto es clave recuperar el mercado de exportación, que demanda animales de mayor peso en relación con lo que pide el mercado interno.
Desde el Ieral proponen un ejercicio para ilustrar el potencial productivo latente: suponiendo que en 2014 se repite una oferta de machos faenables del orden de las 7 millones de cabezas, y que se logra incrementar del 33% al 48% la participación de gordos en el total de machos faenados (como sucedía en 2006), el país obtendría 99.300 toneladas res con hueso adicionales, que implicaría un crecimiento del 3,5% de la producción, ceteris paribus el resto de variables.
Este excedente de carne permitiría, sin afectar el consumo interno, incrementar en un 36% los volúmenes exportados (de275.600 a374.900 toneladas) y generar al país divisas adicionales por aproximadamente u$s 556 millones.