Junio inicio mercado climático: más volatilidad, más gestión
Inauguramos el lunes pasado, el mes de junio, con el primer reporte de estado de los cultivos del USDA para Estados Unidos. Durante el próximo trimestre, ésta será la guÃa semanal para el transcurso de las siguientes ruedas, junto a los pronósticos climáticos que confirman o rebaten el ánimo que instale en el mercado.
Se estrenó el estudio del avance de la campaña 2014, con un informe inicial de referencia en que el USDA calificó al 76% del maíz recién implantado como bueno/excelente, el mejor nivel en 7 años, y la segunda mejor performance en los últimos 15. Este auspicioso escenario para la cosecha 14/15, presionó al mercado de maíz, que no logra recuperarse, aunque busca consolidar un piso, la posición diciembre 2014, en niveles de 445 cents/bushel-175 dól/tn, siendo el próximo objetivo de base, los mínimos de año en enero, de 435 cens/bushel-171 dól/tn.
En el último mes el maíz en Chicago perdió 27 dólares, asimilando el lastre que significa para el mercado la renovada proyección de una cosecha récord para Estados Unidos, 354 millones de toneladas. A pesar del recorte en la intención de siembra, considerando los elevados rendimientos planteados: 103,7 qq/ha, el USDA mantiene el nivel de producción para la nueva campaña, que de realizarse, significaría una potencial recuperación importante en las existencias finales norteamericanas de 29 a 44 millones de toneladas con un salto en la relación stock/consumo del 8,4% al 12,8%.
La definición de la cosecha de Estados Unidos es la variable fundamental para explicación de la tendencia de los precios de maíz, considerando que concentra el 40% de la oferta mundial (producción y exportación). Habiendo finalizado la siembra en tiempo y forma, primeros días de junio, con un perfil de humedad ideal para el desarrollo de los cultivos, el comienzo luce auspicioso, consolidando la proyección de rendimientos récord 2014.
Sin embargo, reforzamos que éste es sólo un planteo preliminar y que iniciamos ahora la etapa crucial en que se definirá el destino de la cosecha, y a la vez de los precios: el clima del próximo trimestre, especialmente el de julio cuando se concentra la floración del maíz en la zona núcleo, será clave. Recordemos que en 2012 el comienzo también había sido alentador. Habíamos iniciado junio con la siembra finalizada y el 72% de los cultivos calificados como bueno/excelente, la proyección de rendimientos era de 104,20 qq/ha. En agosto, sólo dos meses después, solamente el 23% del maíz norteamericano era calificado como bueno/excelente y los rendimientos terminaron siendo de 77 qq/ha, un 25% menos.
Con un piso el 15 de junio 2012, los precios del maíz diciembre de ese año subieron 342 centavos/bushel, 135 dólares/ton, un 67,5%, en menos de dos meses. Los Fondos en Chicago pasaron de estar comprados en 112.000 contratos, a 329.000, sumaron 27,5 millones de toneladas. Hoy los fondos están comprados en 247.000 mil, vendieron 100.000 contratos este último mes. Considerar que en el mediano plazo, sólo queda sumar prima climática. Es poco probable que volvamos a tener un verano boreal tan dramático como el del 2012, pero es un ejemplo reciente de que el escenario de junio es sólo el punto de partida, y que el camino puede ser virulento.
Adicionalmente, esta semana, el USDA publicará el miércoles el informe mensual de Oferta y Demanda, aunque las expectativas en este caso son limitadas, considerando que se cumplió con el avance de la siembra previsto y que las proyecciones de los de rendimientos norteamericanos planteadas el mes pasado ya eran optimistas. Esperamos un reporte neutral, al menos para soja y maíz, con la cosecha boreal 14/15 recién sembrada y la austral 13/14 terminando de cosecharse. El informe clave del mes será el reporte del 30 de junio, que confirmará intención de siembra, además de actualizar existencias en EE.UU.
En Argentina, por otra parte, la cosecha avanza lenta, rondando el 40% para maíz, con un atraso de 23 puntos con respecto al año pasado. En parte se debe a la importante área de siembra tardía, aunque el clima lluvioso de mayo atrasó considerablemente la trilla de soja, postergando la de maíz. En este escenario, esperaría para vender maíz. Estacionalmente estamos en un piso. El rango de precios en unas semanas, puede ser totalmente diferente si las condiciones climáticas dejan de ser óptimas para Estados Unidos como hasta la fecha.
En la caso de la soja, la recolección alcanza un 85%, mientras que la comercialización ronda el 40%, avanzando las ventas a precio en 2 millones de toneladas estas últimas dos semanas en que vimos precios récord para la campaña 13/14 y un progreso de la trilla en los últimos días de mejores condiciones climáticas que alentaron la cosecha a pesar de que la calidad, humedad, no sean la ideal: los compromisos financieros asumidos a la fecha, además del temor de pérdida de rendimientos, aceleró los labores.
En Estados Unidos, por su parte, el avance de la siembra fue contundente en las últimas semanas, iniciando junio con un progreso del 78%. Las condiciones favorables para el desarrollo de los cultivos relajaron la ansiedad de un mercado que en los últimos meses estuvo focalizado en las mínimas existencias con las que finalizaría esta campaña Estados Unidos, a pesar del reabastecimiento sudamericano.
La expectativa en el próximo informe mensual de oferta y demanda del USDA de junio estará, todavía, en el potencial recorte de las existencias finales de la cosecha 13/14, en línea con lo ocurrido en los últimos tres meses, a pesar de que la consolidación de la cosecha sudamericana alentó la cobertura desde este origen, aumentándose el proyectado de importaciones de Estados Unidos a medida que se corregía el consumo al alza.
De todas maneras, una vez que el USDA defina en su informe de fin de mes las existencias físicas disponibles de soja en Estados Unidos, considerar que la clave de este cálculo estará en el volumen de compras externas, importaciones= oferta, de los que no hay registros, como sí los hay de las ventas y la molienda= demanda; el mercado estará atento a la evolución de la cosecha 14/15, asumiendo que el desafío es extremo considerando el nivel de existencias mínimas que se acarrean.
Tener en cuenta, sin embargo, que los rendimientos en soja son más estables, por lo que esperamos una influencia más moderada de las condiciones climáticas en la definición de la cosecha norteamericana 2014/2015, que se proyecta récord: 98,9 millones de toneladas.
A pesar de que el salto abismal en la relación stock consumo intercampañas, de 3,80% a 9,60%, es realizable, considerando el sustento que da a la oferta el aumento preliminar de área este año: dos millones de hectáreas, el cambio de escenario es tan fuerte, clima mediante, que la volatilidad estos próximos meses está asegurada. Desarrollar estrategias de cobertura combinadas flexibles, que se adapten a esta puntual circunstancia, es la clave para gestionar el riesgo de precios inminente.
Fuente: Por MarÃa Sol Arcidiácono, INTAGRO