Diputados sesionarán en Agroactiva
La comisión de Agricultura y GanaderÃÂa que preside el formoseño Luis Basterra (FPV) se trasladará a Rosario y sesionará el jueves en Agroactiva. Asistirá Julián DomÃÂnguez para declarar de interés nacional la muestra.
Allí se tratará un proyecto declarativo que designa de interés nacional a la muestra impulsado por el Presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, quien también comprometió su participación como invitado especial en la reunión de Comisión legislativa.
Pero la agenda de los diputados arrancó este martes en el Salón Delia Parodi del Palacio Legislativo donde acudieron varios representantes, legisladores y funcionarios de diversos países del hemisferio sur como Bolivia, Chile, Australia, Nueva Zelanda, Colombia y Paraguay a los efectos de compartir opiniones y criterios sobre biotecnología.
La reunión estuvo presidida por Luis Basterra y su compañera de bancada Andrea García, presidenta de la comisión de Salud, y por el titular de la comisión de Relaciones Exteriores, Guillermo Carmona.
Durante el encuentro se habló de “Políticas y Marcos normativos sobre uso y comercio de productos derivados de la biotecnología” con la idea de compartir la experiencia de los distintos países acerca de las regulaciones existentes y los desafíos futuros para el desarrollo de las nuevas tecnologías.
De las exposiciones surge que Australia junto con Argentina es uno de los países que cuenta con abundante legislación en la materia. El Consejero Comercial de su Embajada en la Argentina, Hugh Robilliard, aseguró que existen 30 aprobaciones de eventos para la producción de soja, maíz, canola y algodón. En Argentina también existen 30 aprobaciones: 3 de algodón, 5 de soja y 22 de maíz.
Australia, está más avanzada en cuanto al etiquetado de OGM en los alimentos que advierten al consumidor sobre el contenido de transgénicos en los productos. Otros países como Chile, no cuentan por el momento más que con una Resolución que solamente habilita la importación de semillas con OGM para su multiplicación y posterior exportación.
En cambio “no está permitido el uso comercial de las semillas transgénicas” informó el diputado Álvarez Salamanca del país trasandino. Un dato poco conocido es que tampoco los propios chilenos saben dónde se produce esa semilla dentro de su territorio.
De 35.700 hectáreas destinadas en 2013 a la multiplicación de semillas transgénicas, “30 mil fueron de maíz, soja y canola” pero en un lugar completamente “desconocido” dado que es una de las exigencias que ponen las empresas semilleras para la multiplicación.
Un contraste con Argentina donde también se produce semilla para exportar y que no cuenta con habilitación para destino comercial dentro de la frontera, pero cuya ubicación es conocida y monitoreada por el Ministerio de Agricultura y el Senasa, indicó Basterra.
Chile, al igual que Bolivia, no ha realizado aún un debate nacional sobre el tema biotecnología. El representante de Bolivia, senador Efraín Condori López, expresó que su gobierno atraviesa “grandes transformaciones” y se ha puesto el objetivo de llegar a 2025 con políticas definidas que en materia agrícola puedan respetar el medio ambiente y a la vez abastecer mercados internos y externos.
Desde Colombia, el diputado y “campesino”, Rafael Flechas Díaz, objetó que la biotecnología llevara a la pérdida de rentabilidad de los pequeños productores en su país a la vez que encareciera la dependencia de paquetes tecnológicos asociados.
Basterra precisó que no debía verse a la biotecnología como amenaza del pequeño productor y remarcó que en la Argentina el gobierno nacional se propuso como política de Estado la inclusión del segmento agropecuario que no realiza la producción a escala.
Como ejemplo mostró al algodón para el cual el Inta desarrollo la modalidad de “surco estrecho” en pequeñas superficies y que desarrolló una cosechadora específica para su trilla. Eso le permite al pequeño productor “tener un horizonte de desarrollo” indicó Basterra con la ilusión de que las nuevas generaciones vean futuro en el campo y se queden en la actividad.
El encuentro sirvió como una primera presentación de las distintas realidades que atraviesan los países del hemisferio sur sobre la biotecnología. Un puntapié inicial que tendrá más desarrollo en otros foros como el Mercosur o el Unasur, desde donde podrá arribarse a criterios compartidos para mejorar el desarrollo de estas nuevas tecnologías.