Obligan a empresas a declarar cada compra y venta de granos
Para zanjar la compulsa entre los productores agrÃcolas y los exportadores por el verdadero precio de las cosechas, el gobierno tiene decidido obligar a todas las empresas del sector a declarar cada dÃa sus compraventas de granos.
El registro obligatorio es avalado por el Ministerio de Agricultura y por la Comisión Nacional de Valores (CNV), que en los próximos días establecerán un mecanismo para que se conozcan las condiciones en las que se realiza cada operación.
En la Argentina actual, a pesar de las posibilidades técnicas de hacerlo, no se conoce cuántos granos cambian de manos y mucho menos a qué valor. La declaración de los negocios que se realizan es voluntaria, no es obligatoria, y por lo tanto los precios de referencia que se publican no siempre resultan ser representativos de lo que realmente sucede en el mercado agrícola. Así, un dólar de diferencia, en millones de toneladas, puede provocar enormes transferencias artificiales de un sector a otro. Y de allí que todos se muestren los dientes.
El gobierno estaría decidido a intervenir para evitarlo. De acuerdo a distintas fuentes, tiene resuelto corregir la situación obligando a que todo negocio con granos necesariamente deba ser declarado, para conocer no solo el precio promedio sino la modalidad de cada transacción.
En los últimos meses, las grandes empresas cerealeras, que representan 30% de las exportaciones totales, se han quejado de los precios “pizarra” que publican las Bolsas de Cereales, en Rosario y Buenos Aires, pues los consideran “artificialmente” elevados.
A la vez, los corredores de cereales (unas 200 empresas que actúan como intermediarias entre chacareros y exportadores) se quejan del fuerte crecimiento de las ventas directas, que no tienen intermediación y de las cuales no queda registro alguno. A partir de esta decisión, todos deberían declarar diariamente sus compras. Con toda la información, no debería quedar margen para maniobras especulativas en el mercado.
“El productor tiene que tener cuidado al venderle directo al exportador, por querer sacar un peso más, a veces contribuimos nosotros mismos a poner en riesgo nuestro futuro”, alertó el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, en sintonía con los corredores. Se refería a que muchas de las denominadas ventas directas no quedan registradas en ningún lado, y por lo tanto no inciden al momento de establecer un precio de referencia, que no siempre resulta justo para el productor. De acuerdo a cálculos privados, solo 70% de las ventas de la cosecha (que suma US$ 40.000 millones), es declarada en los mercados regulares, las bolsas de cereales.
La idea es que ahora sea obligatorio declarar cualquier operación, por más pequeña que sea, en una página web especialmente diseñada para estos fines.