Buscan reducir plaga que ataca a arándanos
La enfermedad cuarentenaria Proeulia ssp se controlarÃa con sus enemigos naturales. Es conocida por afectar en especial a frutales y berries, los cuales son rechazados en los embarques de los mercados de destino.
La Proeulia ssp, o “enrolladores de hoja”, es una plaga presente en gran parte de los países productores de arándano, la cual causa daño directo en los brotes, flores y frutos de la planta. Es conocida por afectar principalmente a frutales y berries -sobre todo arándanos- los cuales son rechazados en los embarques de los mercados de destino.
De acuerdo a datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del Ministerio de Agricultura de Chile (MINAGRI), esta enfermedad generó pérdidas superiores a los US$5 millones durante la temporada 2011-2012, razón por la que la Universidad de Concepción –con el financiamiento de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), del MINAGRI- y sus asociados Driscoll’s, Biobichos Cile Ltda. y Agrícola Campo Florido, se encuentran desarrollando una alternativa para combatir la plaga por medio de controladores biológicos.
En entrevista con Portalfruticola.com, Raúl Olivares, ingeniero agrónomo zonal de Driscoll’s en Chillán, habló sobre la actual situación del arándano en el país y la iniciativa que contempla el uso de Apanteles y Trichogramma, dos opciones biológicas económicas y eficientes, las cuales no contaminan.
“El arándano está en una situación de cambio tecnológico, básicamente por dos situaciones: uno, el tema de la Lobesia que va a cambiar mucho el escenario si se mantiene la obligación de fumigar los arándanos para ir a EE.UU. Esto significa que es necesario ver si todas las variedades son aptas para ser fumigadas y llegar en buenas condiciones a destino, de manera que el consumidor pueda adquirirlo sin problemas”, comentó Olivares respecto a la actual situación del arándano en Chile.
“El otro tema tiene que ver, básicamente, con el explosivo aumento que ha tenido la industria del arándano, lo cual ha significado una reducción de precios, un alza de costos. Por lo tanto, como toda industria que debe tener un grado de madurez, hay que hacerla más eficiente, y eso significa tener un costo razonable, tener buenos rendimientos y buena calidad de fruta”, dijo.
“Esto significa tener buen calibre, sabor, pruina y post cosecha, pensando que gran parte del arándano se envía por mar y estamos exportando a mercados lejanos como China. Creo que hay todo un cambio en el cual hay que ser más eficientes”, aseveró.
De acuerdo a un comunicado de FIA, los arándanos en Chile alcanzan alrededor de 14 mil hectáreas, distribuidas entre las regiones de Coquimbo y Metropolitana (998,7 ha.); O´Higgins al Biobío (6.200 ha.) y La Araucanía a Los Lagos (3.500 ha.).
La producción de arándanos está en el primer lugar de exportaciones de frutales menores, con valores FOB promedio —en las tres últimas temporadas— de US$111 millones y cuyos principales mercados de destino son EE.UU. (con el 77% del valor FOB), y Reino Unido (9%).
Y es que el control de los enrolladores en arándanos, generalmente se realiza mediante el uso de plaguicidas químicos, los que suelen aplicarse tres veces por temporada, generando contaminación ambiental, presencia de residuos en la fruta y perjudicando la vida rural.
“Hay todo un tema que tiene que ver con el problema cuarentenario que se nos produce por el rechazo de Proeulia, y también por todo lo relacionado con la -cada vez menor- disponibilidad de productos químicos, temas de tolerancia, mercados o clientes que están buscando productos menos contaminados por las aplicaciones que se hacen para el control de plagas”, indicó Olivares.
“La idea de la gente de la Universidad de Concepción -del equipo de Pedro Casals, entomólogo y coordinador de la iniciativa- es desarrollar el tema del control biológico buscando enemigos naturales”, dijo.
Consultado sobre el principal motivo que los llevó a participar en esta iniciativa, el ingeniero agrónomo aseveró que “nos unimos por buscar nuevas tecnologías que puedan transferirse a los productores, de manera de buscar una mayor eficiencia y tener más herramientas para controlar los problemas que se van presentando, como la Proeulia”.
“[Casals] Nos pidió colaboración a nosotros -como Driscoll’s- principalmente por el conocimiento que tenemos de los campos, de los problemas que hay con Proeulia y, por lo tanto, colaboramos básicamente en todo lo que es identificación de huertos con presencia de la plaga. El resto lo hizo la Universidad con su equipo, quienes monitorearon y detectaron las especies de Proeulia y sus enemigos naturales”, detalló.
De este modo, los investigadores esperan contar con un hospedero alternativo que permita criar Proeulia artificialmente, y así masificar el parasitoide Apanteles spp. y Trichogramma spp, los que controlarían a la plaga de forma natural.
Según el documento de FIA, las especies del género Proeulia, son polillas de 25 mm, de vuelo crepuscular hasta el amanecer cuyas larvas miden hasta 22 mm, son delgadas y muy activas. Estas, salen de las yemas y se dirigen a las hojas recién brotadas, con las cuales forman un nuevo habitáculo enrollando las hojas, lugar donde se alimenta saliendo y entrando constantemente hasta llegar al estado de pupa, período en el cual queda dentro del capullo.
Estas larvas, se pegan a los frutos mediante un hilo sedoso, e incluso contaminan los envases, adquiriendo una connotación cuarentenaria, razón por la que los investigadores determinaron la presencia de Apanteles spp, género muy utilizado en el mundo como agente de control biológico.
Finalmente, Olivares destacó que actualmente el proyecto se encuentra en etapa inicial, asegurando que “todavía hay mucho más que desarrollar” y que el proyecto tiene un gran potencial.
Fuente: www.portalfruticola.com