Productor, actor destacado en el mejoramiento de la simiente
La modificación de la Ley de semillas plantea ciertos interrogantes respecto de que pasará con los pequeños productores. La ley vigente âes muy buena, permite el desarrollo y que el productor, parte destacada del mejoramiento de la semilla, pueda seguir haciéndoloâ dijo el Ing. Dorch.
Sin dudas que la biotecnología moderna y su inserción en el agro a través de las semillas transgénicas, incentivó la reformulación del sistema de propiedad intelectual en innovaciones vegetales. El asunto fue incluido en las negociaciones comerciales internacionales y regionales a impulso de las empresas con intereses en ese sector (encabezando con Monsanto) que persiguen una profundización de la protección que les garanticen mayor control y seguridad de retorno de sus inversiones.
La modificación de la Ley de semillas argentina es motivo de discusión hace más de una década, según comenta el Ing. Agr. Fabián Dorch, Representante por CAFER en la Comisión de Semillas de Federación Agraria Argentina. “Varias entidades y, sobre todo, empresas multinacionales vienen intentando modificar la Ley vigente, la que es totalmente viable, es decir todavía el productor puede manejarse muy bien con su recurso genético, la semilla”. Y agregó: “Hay algunos intereses que pretenden tener el poder de los recursos genéticos nacionales, por lo que son varios los sectores relacionados con la producción que intentan discutir este tema porque no solamente está de por medio la propiedad de la semilla, sino que la propiedad de los recursos genéticos nacionales”.
Acerca de la modificación de la ley vigente, “desde la Comisión de Semillas de Federación Agraria Argentina (entidad que ha presentado algunos proyectos en el Congreso nacional) consideramos que es verdad que se han dado ciertos cambios tecnológicos en los últimos años, que de alguna manera justifican realizar pequeñas modificaciones; pero estas no solo pretenden tomar control sobre lo que es la semilla en si, sino que se intenta tomar control sobre la producción” indica el Ing. Dorch.
En este sentido, el especialista explica que “la famosa regalía extendida” no está reglamentada por la ley de semillas vigente, la que “consiste en que si compro una semilla tengo que pagar un canon tecnológico, lo que me parece lógico al tener un plus en el rendimiento al poseer las semillas un poder tecnológico más alto. Pero además se pretende que el productor abone con su producción parte de este canon, por lo que planteamos que una vez que el productor compra la semilla es dueño de la misma”.
En este caso, Dorch destacó que desde la Comisión a la que integra se encuentran de acuerdo con el pago del canon tecnológico, pero no por la regalía extendida hasta la producción. “Nosotros hemos tratado de modificar la Ley vigente, pero es muy buena porque permite el desarrollo y que el productor, parte destacada del mejoramiento de la semilla, pueda seguir haciéndolo” dijo.
La multinacional Monsanto busca imponer derechos de propiedad intelectual sobre la semilla a través de lo que se conoce como “derecho del obtentor”, el cual reconoce el mejoramiento y la innovación, estable, homogéneo de un producto, en este caso la semilla. Para que el autor sea la única persona que pueda comercializar e incluso compartir la semilla. A su vez, el proyecto de ley intenta impulsar, el uso de las semillas que están debidamente registradas y certificadas.
En relación al proyecto de ley de patentes, el especialista resaltó que “la incorporación de tecnología de semilla ha hecho que se patenten los procesos que llevan a ese mejoramiento genético. Cualquier semilla que podamos adquirir, la tecnología transgénia, fue patentada por las grandes empresas, pero en Argentina no existe el patentamiento de organismos vivos, lo cual sería terrible si existiera. Patentar un organismo vivo permitiría que uno patente un especie y sea dueño de la misma o el mejoramiento que se le realice; es como querer patentar el agua, es decir un recurso natural”.
Fuente: De la redacción de Momento de Campo