Especial atención para reducir mortandad de terneros
Este informe nos indica todos los recaudos que debemos tomar en verano para que no sufra la guachera.
La crianza artificial de los terneros, en particular las terneras, es fundamental para el crecimiento propio del tambo ya que afectará la futura reposición del sistema.
Existen una serie de variables que intervienen en la crianza artificial de terneros, entre ellos: la mano de obra, el ternero, el ambiente, el alimento, la sanidad y el manejo y que de la interacción de los mismos depende el éxito de la crianza.
Un grupo de especialistas en lechería advirtió que el verano se constituye en una época del año difícil de afrontar ya que los animales además de enfrentarse al estrés sufrido en el momento del parto, se encuentran en un ambiente totalmente adverso: calor, lluvia, barro, cambios bruscos de temperatura, entre otros.
La zona geográfica de influencia de la unidad de extensión y experimentación del INTA no escapa a esta realidad, durante los meses de verano la temperatura máxima alcanza valores muy superiores al máximo indicado por el cual el ternero sufre estrés; en el período noviembre 2011 a marzo 2012 hubo 100 días con temperaturas por encima de los 30°C.
El grupo de estudiosos de la producción de leche está integrado por Daniel Manelli (Sancor) y Marta Suero y Alejandro Centeno, del INTA San Francisco.
Los eventos climáticos relativos al estrés por calor afectan la salud de los animales no solo de manera directa aumentando su frecuencia cardíaca y respiratoria sino también en forma indirecta, siendo estos últimos factores más difíciles de evaluar y están vinculados a la densidad y distribución de los patógenos, la distribución de enfermedades transmitidas por vectores, la resistencia del huésped a las infecciones, a la escasez del alimento y agua y a las enfermedades producidas a través del alimento.
Numerosos estudios manifiestan que las mayores tasas de mortalidad ocurren en terneros nacidos durante el verano, además el calor puede ser responsable de la disminución del valor inmunológico del calostro y de la alteración de la inmunidad pasiva de los terneros. Esta situación también se manifestó en el relevamiento del subprograma de crianza artificial de terneros del PDT de Sancor , con valores de mortandad promedio del 15,3 % anual para el período 2010/2012. En el mismo se diferencian claramente los valores en el verano que fluctuaron entre el 20 y 28 % .
El parto
Señalan los especialistas que el lugar destinado al parto debe ser accesible para facilitar la observación del operario. Lo ideal es un terreno adecuado, alto, con declive o drenaje que evite la formación de charcos.
Es común observar los nacimientos en lugares extensos y lejanos, quedando los terneros recién nacidos expuestos varias horas al sol. Esto hace que los recién nacidos sufran estrés y tarden en recuperarse o que se produzca su muerte.
Hay que disponer de un lugar para las vacas preparto amplio, alto, sin charcos, con sombra y recorrer el corral o los potreros de partos varias veces al día; para prevenir la exposición directa del sol a los terneros recién nacidos.
Ante la posible exposición al sol del recién nacido, separarlo de la madre y alojarlo en la sombra (desinfectando el ombligo y suministrando el calostro directamente antes de las 8 horas de nacido).
Tener presente que una exposición directa al sol del recién nacido trae consecuencias para el resto de la crianza, hasta poder ocasionar la muerte.
Crianza artificial
El terreno donde se hace la crianza artificial de los terneros debe ser dedicado exclusivamente a la época de verano, de esta forma permite desinfectar el lugar destinado en el invierno. El lugar debe ser alto, con buen drenaje y las dimensiones deben ser lo suficientemente amplias que permita a los terneros que no se toquen entre sí y que se los pueda rotar en el caso de ser necesario. Además el lugar debe estar libre de malezas donde la circulación de aire sea la adecuada.
Las estacas deben estas ubicadas en un lugar adecuado y en buen estado. Asegurarse de tener los dos aros para los baldes sanos y la cadena con buena movilidad para evitar el enrollado en la estaca.
Hay que disponer de un lugar con suficiente sombra para todos los terneros, de forma tal que estén al resguardo del sol entre las horas picos.
Un error frecuente es aprovechar la sombra de los árboles aunque sea insuficiente para todos los terneros, encontrándose en un espacio reducido, hacinados con alta contaminación y muchas veces encharcados.
Ante esto, se puede recurrir a sombra artificial que puede ser de media sombra, madera u otro material. Para su construcción se debe considerar las características del terreno, la cantidad de terneros en la crianza, para tener suficiente espacio para poder rotarlos y permitir la limpieza o desinfección del terreno. Se recomienda utilizar sombra natural o artificial para todos los terneros en las horas de mayor incidencia solar entre las 10 y 18 hs.
El suministro de agua es indispensable, no solo para evitar la deshidratación en ésta época del año, sino para estimular el consumo de alimento.
Se debe asegurar agua de calidad cerca del lugar de la crianza, respetando el abastecimiento luego de las dos horas del suministro de la leche. Renovarla por lo menos dos veces al día, ofreciendo agua limpia y fresca.
Es frecuente la aparición de procesos diarreicos, que están relacionados con el manejo en el suministro de la leche; los cambios bruscos de temperatura ambiental (es frecuente luego de altas temperaturas el desarrollo rápido de tormentas que disminuyen drásticamente la temperatura); el consumo directo de agua contaminada de los charcos o de alimento balanceado húmedo y en descomposición. Todas estas circunstancias predisponen a la aparición de enfermedades.
En síntesis
El verano es una época del año de especial atención para la crianza artificial de terneros ya que las altas temperaturas pueden ocasionar situaciones de estrés y elevar la mortandad en las guacheras.
Reducir el estrés por efecto del calor sobre el ternero, requiere de instalaciones adecuadas, modificaciones en el manejo nutricional y ambiental para mejorar el confort animal y los indicadores de desempeño. Para ello se debe anticipar a los hechos con una buena planificación, monitoreo y seguimiento de la guachera, de esta forma se conseguirá reducir las muertes de terneros.
La mano de obra es una pieza fundamental en este sistema, su capacitación y constante motivación para el desarrollo de esta tarea hace al éxito de la actividad dentro de la empresa.
Además es necesario que: productores, operarios y profesionales estén todos involucrados en el objetivo común de lograr una crianza de terneros, que contemple una ganancia de peso mínima de 400 g/día y un porcentaje de mortandad inferior al 5 %.