La aplicación de fitosanitarios, un punto clave
En la mayorÃa de los casos, el proceso de aplicación de un agroquÃmico para el control de malezas, plagas y enfermedades comienza con la recomendación técnica y culmina con la aplicación del producto recomendado, ya sea en forma aérea o terrestre.
En estos tratamientos, muchas veces se puede observar que los controles fueron parciales y no del todo satisfactorios, culpándose en primera medida a la contundencia de acción del producto (y se busca corregir, en general, con un aumento de dosis del producto utilizado).
Pero, en realidad, muchas veces el problema no está en el producto, sino en la forma en que se realizó la aplicación. Es muy común que la máquina sea regulada al inicio de la jornada laboral y que no sea modificada en función del cambio de condiciones ambientales, que tampoco son medidas en su correcta dimensión.
En una jornada de capacitación organizada por la empresa Lares SRL, Daniel Leiva, especialista en pulverizaciones de la estación experimental Pergamino del Inta, se refirió a estos puntos. Lares es una compañía de asesoramiento agronómico, en la cual el monitoreo y seguimiento de plagas es uno de sus principales servicios.
El especialista hizo hincapié en tener en cuenta todas las variables que afectan a la correcta aplicación de agroquímicos.
Condiciones ambientales
En primera medida, se deben medir las condiciones ambientales reinantes y sus cambios a lo largo de la jornada. Se debe tener en cuenta: humedad relativa ambiente; temperatura ambiente; velocidad del viento; nubosidad.
El ingeniero Leiva explicó que las mejores condiciones ambientales en cuanto a la velocidad del viento van entre los siete y los 15 kilómetros por hora. Vientos menores y altas temperaturas son indicativos de una inversión térmica, donde las aplicaciones de insecticidas y de herbicidas corren serio riesgo de ser altamente ineficaces.
El profesional marcó los puntos más importantes a tener en cuenta para una correcta aplicación:
Condiciones ambientales presentes al momento de la aplicación.
Tipo de plaga, maleza o enfermedad a ser controlada. No es lo mismo controlar insectos cuya acción se encuentra a nivel del suelo que en los follajes. Lo mismo ocurre con enfermedades. También cambian los tipos de control de malezas, en función sea en barbecho, postemergencia o zonas periurbanas.
Zona donde se aplica, ya que el manejo de áreas periurbanas debe privilegiar la ausencia total de derivas, más allá del tipo de problema a controlar.
Certificación del equipo de pulverización. Esta contempla el control de volúmenes, presiones, velocidad de circulación y control del equipo en general. Esto garantiza que todo el sistema de pulverización funcione en forma correcta, para mejorar la calidad de aplicación y evitar contaminaciones y derivas.
Pastillas y presiones
Leiva resumió el tipo de pastillas a utilizar, junto con los volúmenes y presiones de trabajo en función del tipo de agroquímico y problema a controlar.
También realizó comentarios sobre la forma correcta de realizar las mezclas de agroquímicos, el orden en que deben ser cargados en el equipo, cómo realizar las pruebas de compatibilidad y el tipo de producto, en cuanto al color de la banda a la que pertenecen para zonas periurbanas.
Finalmente, hizo mucho hincapié en el sistema de retorno y agitación como forma de mantener la homogeneidad de la mezcla y que, de esa forma, no se provoquen precipitados que generen caídas de presión o taponamientos.
Fuente: La Voz del Interior