Tras las elecciones se rumorean nuevas protestas
"Debemos ir mucho más a la ofensiva para que un Gobierno que está debilitado, habilite soluciones", dijo Buzzi. "La estrategia va a seguir siendo la de reclamar, pero la última palabra la tiene el Gobierno", dijo Ferrero de CRA.
Los líderes del sector agropecuario de Argentina, enfrentados con la presidenta Cristina Fernández desde hace años, buscarán aprovechar la debilidad del Gobierno tras la derrota que sufrió en los comicios legislativos del domingo para lanzar nuevas protestas.
La conflictiva situación podría adquirir relevancia internacional si, como sucedió en el pasado, se ve afectada la oferta mundial de alimentos, ya que Argentina es uno de los principales exportadores globales de granos y derivados.
Los gremios empresasariales del sector agropecuario reunidas bajo el nombre de la Mesa de Enclace se quejan desde hace años de las regulaciones gubernamentales sobre los mercados, que consideran perjudiciales para las inversiones y la producción. "No hay margen de espera. Debemos profundizar nuestro accionar y, si se dan las condiciones, llegar a un paro agropecuario", dijo el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi.
Acosado por el alza de los costos de producción en medio de una elevada inflación y por los altos impuestos, el sector aduce que ha sufrido una fuerte caída en su rentabilidad, que actualmente está lejos del auge vivido en la década pasada cuando se benefició de una devaluación del peso y altos precios de los granos.
Además, la sequía que golpeó vastas áreas agropecuarias este año dejó en una crítica situación a muchos productores de baja escala.
"Superado el proceso electoral, debemos ir mucho más a la ofensiva para que un Gobierno que está debilitado, pero que sigue con la actitud de sordera, habilite soluciones", añadió el líder de la Federación Agraria, que representa a pequeños y medianos productores agropecuarios.
Buzzi dijo además que la Federación Agraria Argentina realizará el 20 de noviembre una manifestación junto con importantes sindicatos opositores y organizaciones sociales. Las demás asociaciones rurales también advirtieron que volverán a protestar en el corto plazo.
"La estrategia nuestra va a seguir siendo la de reclamar, pero la última palabra la tiene el Gobierno. Si el Gobierno continúa con su misma postura de no dar respuesta, seguramente se llegará a medidas de fuerza", dijo el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Rubén Ferrero.
Apuesta a la oposición
Las fuertes declaraciones de los líderes gremiales se producen tras meses de sosiego. La última huelga comercial del sector fue en junio último. Desde entonces, los agricultores decidieron mantenerse a la espera de los resultados de las elecciones legislativas del domingo pasado , en las que se impuso una dispersa oposición.
Gran parte de los líderes agropecuarios apoyó a candidatos opositores, tanto de centro-derecha como de centro-izquierda, y algunos incluso se postularon para ocupar cargos legislativos.
El dirigente rural Alfredo De Angeli, un fuerte crítico del Gobierno, fue electo senador nacional con el impulso del partido opositor de centro-derecha PRO.
"Para el sector agropecuario, cualquier candidato es hoy más amigable que el Gobierno. El resultado de la elección les abre una esperanza y un panorama distinto para el 2015 (cuando habrá comicios presidenciales)", explicó el analista político Roberto Bacman.
Tras ser reelecta en el 2011 con un amplio apoyo popular, Fernández sufrió una fuerte caída en su respaldo que concluyó con la derrota del último domingo.
La mala performance electoral acabó con cualquier posibilidad -esbozada por algunos miembros del oficialismo- de modificar la constitución, que impide que la mandataria se vuelva a postular para un tercer mandato.
Mientras espera un cambio de gestión en el 2015, el sector agropecuario buscará modificar algunas de las medidas que más le duelen, como las restricciones a las exportaciones de maíz, trigo y carne -que tienen el fin de resguardar la oferta doméstica de alimentos, según el Gobierno- y la elevada carga impositiva.
Al estar restringidas las ventas externas, los productores se ven obligados a vender parte de su cosecha o su carne a bajo precio en el mercado doméstico, lo que ha desalentado la producción.
"Esperemos que (las autoridades) se den cuenta del fracaso de sus políticas en carne, trigo y las economías regionales y que se necesita un cambio de rumbo de manera urgente. Hay un malestar muy grande por parte de los productores", afirmó Ferrero, de la asociación CRA.
Para Buzzi, sin embargo, las soluciones están lejos de aparecer. "En la realidad no hay indicios de solución hay que agudizar la presión (sobre el Gobierno)", afirmó el dirigente.