El CIL prepara una cautelar para resistir la resolución 344
La normativa elevó la ponderación de los sólidos en el pago al tambero y redujo a un porcentaje mÃnimo el de las bonificaciones. Las lácteas denuncian que, tal como está redactada, es inaplicable; además de considerarla injusta por la gran informalidad del mercado. Los productores consideran que âbeneficia al que hace bien las cosasâ.
Las empresas que integran el Centro de la Industria Lechera (CIL) confirmaron que no acatarán la resolución 344 del Ministerio de Agricultura que elevó la proporción de sólidos y disminuyó el de bonificaciones en el pago de la materia prima, en el marco del Sistema de Pago de la Leche Cruda sobre la base de Atributos de Calidad Composicional e Higiénico-Sanitarios, creado en agosto de 2011.
Con ese objetivo ya presentaron un recurso administrativo en la sede de la cartera solicitando la suspensión de la norma, a la que consideran “inaplicable”, pero ante la falta de respuesta de las autoridades anticiparon que trabajan “a todo vapor” en una medida cautelar para que sea el Poder Judicial quien frene la iniciativa.
Por su parte, desde la Mesa de Productores Lecheros de Santa Fe (MeProLSaFe) ratificaron su apoyo a la medida porque “el que hace las cosas bien dejará de subsidiar al que no”. Además, lo consideraron una forma de “terminar con los ciclos” que históricamente afectan la actividad.
Dos años atrás el Sistema de Liquidación Única dispuso que el precio al tambero debía estar compuesto en un 80% por el valor de los sólidos (grasa y proteína) y la calidad higiénico sanitaria (Unidades Formadoras de Colonias, Células Somáticas) y el 20% en concepto de bonificaciones. A partir de la resolución 344 esas proporciones cambiaron: el 80% por sólidos e higiene subió al 95% y el 20% de bonificaciones bajó al 5%. La norma también estableció que los operadores “deberán informar por declaración jurada cinco (5) días hábiles anteriores al primer día de comienzo de recolección de la materia prima” a la Subsecretaría de Lechería “los valores que establezcan para los contenidos de los sólidos con destino a mercado interno y externo, la escala de bonificaciones y penalizaciones por calidad higiénico-sanitaria y la fecha de pago”.
Todo mal
“Nosotros vamos a seguir liquidando como hasta ahora” declaró el presidente del CIL, Miguel Paulón, quien se mostró sumamente disgustado con la medida. A tal punto que la calificó digna “de otros países donde ‘hacés lo que te digo o marchás preso’, propia de regímenes totalitarios”.
El ejecutivo dijo compartir el espíritu de la resolución, que apunta a premiar al tambero que entrega mejor calidad de producto, pero consideró que el alto grado de informalidad del mercado y algunas deficiencias técnicas en la redacción perjudicarían a las empresas que representa.
“De las 1.200 industrias que procesan leche sólo 149 entraron a la Liquidación Única”, indicó para remarcar que hay un “doble estándar” que beneficiaría a quienes trabajan ilegalmente. En ese sentido afirmó que “los marginales ya tienen el 50% del mercado nacional de quesos”. Esto es posible -aseguró- “porque las condiciones de Argentina lo permiten”. Incluso aseguró que siguen comprando por litros sin problema porque “¿quien les dice algo?” En este esquema, por lo tanto, el productor que reciba un importe menor por el régimen de Liquidación Única encontrará fácilmente en el mercado informal otro comprador.
Por otra parte, Paulón se quejó por la fuerte restricción al margen de bonificaciones. “No puedo suprimir bonificaciones que hacen a mi costo, como el volumen o la cercanía a la planta”, indicó. También disparó contra la obligación de comunicar con anticipación el precio de la materia prima: “¿cómo determinar el valor de un producto que aún no recibí?”, se preguntó. Al respecto confió que las empresas debían comunicar el 24 de septiembre los valores que pagarán por la leche de octubre, pero que decidieron no hacerlo.
El representante de la industria afirmó que, desde la publicación de la resolución 344, se reunió dos veces con Arturo Jorge Videla, Subsecretario de Lechería de la Nación, quien entendió sus argumentos pero igual le dijo que debían acatarla.
Como el recurso administrativo no tiene plazo y el Ministerio puede o no responderlo, Paulón anticipó: “estamos preparando la cautelar a todo vapor para no quedar en infracción”.
Apoyo tambero
Por su parte, el presidente de MeProLSaFe, Marcelo Aimaro, ratificó que junto a las cámaras de Córdoba, Entre Ríos, Santiago del Estero y La Pampa apoyarán la implementación de la norma. Y que en caso de no ser acatada por las industrias le reclamarán al gobierno nacional que la haga cumplir.
“Beneficia al productor que hace bien las cosas”, dijo el directivo, y -aunque reconoció que algún productor podría pasar a cobrar menos- evaluó que aporta justicia al sistema, ya que “el que hace las cosas bien dejará de subsidiar al que no”. Según su criterio, el pago por litros permite que la buena calidad de uno compense a otro que entrega una inferior.
Respecto de los cuestionamientos de la industria a las proporciones del precio, Aimaro se preguntó “¿si se pudo trabajar con el 80/20 por qué no con el 95/5”? A modo de ejemplo explicó que, con una misma calidad, entre un productor de 10.000 litros diarios y otro de 1.000 “no puede haber una brecha tan grande” como el 20%.
Si bien reconoció que los industriales están en su derecho de observar la implementación, el presidente de MeProLSaFe dijo que “algún día se tenía que ordenar el sistema, porque si no vamos a seguir con los ciclos de buenos y malos precios para siempre”. Y agregó: “hace 4 años que se sabía que llegaría este momento”.
Qué dice la nueva normativa
La resolución 344 eleva el porcentaje de sólidos y disminuye el de las bonificaciones en la ponderación del precio final al productor, en el marco del actual Sistema de Pago de la Leche Cruda sobre la base de Atributos de Calidad Composicional e Higiénico-Sanitarios.
En agosto de 2011 el mecanismo determinó “una relación mínima del ochenta por ciento (80%) para los atributos de calidad composicional e higiénico-sanitarios y del veinte por ciento (20%) para otras bonificaciones”.
La nueva normativa indica que, transcurrido un año de su puesta en funcionamiento, “se considera necesario que el porcentaje de valorización de los atributos de calidad composicional e higiénico-sanitarios se incremente”.
Por esa razón, ahora los sólidos y la higiene deberán ponderar en un 95% (65% para grasa y proteína y 35% por sanidad), quedando sólo 5% para bonificaciones por permanencia, certificado de UE, ayuda para forraje, libre de enfermedades o crecimiento de la producción.
También se establece que los operadores “deberán informar por declaración jurada cinco (5) días hábiles anteriores al primer día de comienzo de recolección de la materia prima” a la Subsecretaría de Lechería “los valores que establezcan para los contenidos de los sólidos con destino a mercado interno y externo, la escala de bonificaciones y penalizaciones por calidad higiénico-sanitaria y la fecha de pago”.