¿Cuales son las expectativas para este año?
La cosecha gruesa se dará por debajo de los rendimientos normales. Los inconvenientes comerciales del trigo no permitirán una alta apuesta al cereal.
Para entender cómo se está cerrando la campaña gruesa hay que comenzar a ver como se iniciaba. Buenas lluvias en octubre y noviembre brindaban una buena expectativa, muy distinta a lo que la sequía que se presentó a partir de diciembre y se prolongó hasta fines de febrero, determinó.
“Arrancamos la campaña con buenas condiciones, con buenas reservas, pero se cortó el agua en diciembre, hasta el 29 cuando recién se retomó el ritmo de lluvias, con lo cual se bajaron las expectativas sobre los resultados de una campaña signada por la preocupación”. El Ing. Jorge Villar del INTA Rafaela reconoce que “la masa en el desarrollo vegetativo no mostraba cultivos en mal estado. Eran más que aceptables las plantas que se veían, generando una perspectiva mejor de lo que en realidad terminó siendo”.
Las lluvias sobre el cierre de febrero llegaron tarde, sobre todo para las sojas de ciclo corto, aunque benefició a las de grupos más largos e incluso a sojas de segunda.
“Por lo que ya se puede ver es que esta va a ser una campaña, en lo global, regular, con rendimientos inferiores teniendo en cuenta a los promedios regionales. Con una tendencia hacia abajo, respecto a lo que se esperaba y lo que habían mostrado las plantas, traduciendo en menos rendimiento en granos aquella falta de precipitaciones y altas temperaturas”, sostuvo Villar, mientras que las primeras sojas que se levantaron en la región estuvieron entre los 8 y los 12 quintales, con mala calidad y problemas de maduración. El grueso de la soja de primera, en otra etapa de trilla, mostraron problemas de hoja y mayores tallos verdes, con rendimientos muy variables, entre los muy buenos y los muy malos. En el Departamento los rendimientos se dieron mejor en el sector sur, que fue el que recibió mayores registros de lluvia, pero en definitiva, el promedio oscila entre los 20 y 24 quintales por hectárea, quedando prácticamente finalizada la cosecha.
“La soja de segunda tuvo maduraciones más uniformes, con mayor normalidad en el cultivo, pero con rendimientos similares a los de las sojas de primera. Normalmente las de segunda tienen un rinde menor que las de primera, pero por las condiciones dadas, este año van a estar parejas”, advirtió Villar sobre una cosecha a comenzar en breve.
A pesar de la gravedad planteada en el verano, la campaña va a terminar como parte de un “año regular”, por la baja respecto a los promedios regionales habituales.
El sorgo también tuvo rendimientos bajos, como se mostraba a simple vista en los campos, restando un mínimo para la trilla.
En tanto, los maíces de segunda están bastante mejor de lo esperado, iniciándose el picado para destino a silo en las próximas semanas, mientras que la cosecha para grano se extenderá hasta el mes de junio.
Perfiles
En el Departamento Castellanos, la apertura de los ciclos de lluvia que aún continúan con buen ritmo, permiten ingresar al invierno con “valores normales” y una reposición de reservas que están en niveles acostumbrados para la época, con 120 a 150 milímetros en el perfil, que permitirán tener una estación fría habitual.
Las heladas aún no aparecieron, a pesar que los pronósticos hablaban de episodios tempranos, que aún se harán esperar, según el especialista del INTA local.
Fuente: La Opinion